Internacional.- Este sábado 14 de junio Italia e Inglaterra protagonizarán uno de los partidos más esperados dentro de la Fase de Grupos del Mundial de Brasil 2014, un juego que verá enfrentarse a 2 de las ligas más importantes del orbe (Premier League y Serie A), pero también a dos de los jugadores más polémicos y mercadeables del torneo: Wayne Rooney y Mario Balotelli.
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Por un lado tenemos al británico Wayne Rooney, quien no sólo es el cuadragésimo tercer deportista mejor pagado del mundo, de acuerdo con la revista Forbes, con ganancias anuales por 23.4 millones de dólares, sino que es el protagonista de varias de las campañas más exitosas del presente Mundial, como “The winner stays” de Nike o “#Galaxy11” de Samsung.
En el otro extremo se encuentra el italiano de origen ghanés Mario Balotelli, quien pese a su diversos desplantes tanto dentro como fuera de la cancha ha logrado de hacerse de una gran popularidad entre las marcas, siendo uno de los principales embajadores de marca para Puma dentro del actual Mundial; incluso durante 2012 el nacido en Palermo fue elegido como una de las personas más influyentes del mundo por la revista Time.
Si bien es cierto que la actitud de chicos malos que ambos jugadores han manejado a lo largo de sus carreras, aunado con su gran capacidad para jugar futbol, los han convertido en una mercancía muy atractiva para las marcas, también es cierto que ésta forma de actuar ha sido desventajosa para ambos, especialmente para Mario Balotelli.
A lo largo de su carrera tanto Wayne Rooney como Mario Balotelli han encarado diferentes problemas, no sólo dentro de la cancha con sus entrenadores, sino fuera de ella con sus parejas sentimental e incluso con la ley; sin embargo es aquí donde el británico ha logrado imponerse al transalpino, pues mientras que el primero ha logrado pulir un poco su acto, haciéndose más atractivo para las marcas; el segundo se encuentra en una espiral descendente que le vio salir de una de las ligas más importantes del mundo y que le ha costado diversos patrocinios.
No cabe duda que la victoria mercadológica en el juego de esta tarde es para Wayne Rooney e Inglaterra, quien ha encontrado el equilibrio perfecto entre chico malo y mercancía que Balotelli se encuentra aún muy lejos de alcanzar.