Generar polémica con objetos de uso diario es una apuesta con la que el mercado de lujo ha venido trabajando cada vez más en la elaboración de acciones que parecen lograr mayor interés dentro de los consumidores digitalizados e interesados en lograr interactuar con las marcas a través de las redes sociales.
Ejemplo de este tipo de acciones las encontramos cada vez más entre las marcas con gran impacto a través de las plataformas sociales.
Trendalytics colocó a Chanel, Dior y Louis Vuitton al frente de las 20 marcas de lujo, que más acciones generan por post en redes sociales.
Chanel se ha interesado por generar contenidos como tutoriales de maquillaje, mientras que Louis Vuitton ha llevado sus esfuerzos a la colaboración con celebridades como las estrellas de Stranger Things.
Aunado a ello, las marcas de lujo se han interesado en lograr nuevas pautas como la generación de acciones, que se han interesado en lograr oportunidades determinadas a convertir la comunicación social en exitosa estrategia de interacción con los consumidores.
Prueba de ello lo hemos encontrado con Balenciaga, que ha encontrado una oportunidad de conversación social con el diseño de productos que generar controversia, tal como ha ocurrido con sus accesorios que parecen imitar a populares bolsos de compra.
Primero encontró una oportunidad con bolsas parecidas a las que vende Ikea, hecho que le ganó cualquier cantidad de acciones que popularizaron a la marca, después se interesó en imitar a las bolsas de Edeka, una cadena de tiendas alemana.
Este “replicar” las acciones creativas que han generado resultados en el mercado, llevó anteriormente a marcas como Louis Vuitton a lanzar bolsos intervenidos por artistas, luego de Marc Jacobs tuviera la ocurrencia de permitir que Takashi Murakami o Stephen Sproust lanzaran bolsos con su arte. Ahora, la marca francesa pidió a Jeff Koons que lanzada una colección en la que el artista tuvo al idea de imitar pinturas clásicas y ponerlas en las lonas de los bolsos.