Las marcas de lujo simbolizan estatus y distinción entre quienes los usan y quienes desean acceder a ellas, aún cuando se trata de un sector que no está destinado a un número elevado de personas, el mercado objetivo tiene las posibilidades económicas de acceder a la gama de productos que ofrecen sin importar los precios de los mismos.
De acuerdo con proyecciones de Bain & Company, este negocio generará recursos a nivel mundial por alrededor de 249 mil millones de euros durante este año. Al tiempo que la firma más destacada de este segmento en 2016 fue Louis Vuitton con un valor de marca de 28 mil 508 millones de dólares, seguida de Hermès con 19 mil 821 millones y Gucci con 12 mil 592 millones de dólares, según datos de Statista.
Para la marca que lideró la participación de mercado de lujo el año pasado, existe un problema que le quita el sueño, y no se trata de un competidor directo, o una disminución en la reputación de la marca, y mucho menos de una campaña publicitaria no exitosa; se trata de una empresa que fabrica bolsos y que para el diseño de los mismos, recurre a parodias.
Según diversos reportes de prensa, Louis Vuitton emprendió una batalla legal en contra de My Other Bag, debido a que comercia sus productos inspirados en imágenes caricaturescas de los artículos de lujo, lo que diluye la “calidad distintiva” de sus mercancías, además de que viola la normativa federal de marcas y derechos de autor.
Debido a ello, la firma de lujo solicitó la intervención de la Corte Suprema de Estados Unidos para que emitiera un veredicto final, sin embargo, la entidad negó incurrir en la demanda de marca al argumentar que los bolsos de My Other Bag están cubiertos por el derecho de parodia por lo que no se trata de una copia.
En este tipo de casos en los que las firmas acuden a acciones legales para proteger sus marcas y no salir avantes tiene sus antecedentes; de acuerdo con el medio español Expansión, Ferrari perdió un juicio ante la firma alemana de juguetes Autec AG quien hizo uso de la marca Testarossa, uno de los modelos míticos de la armadora italiana entre 1984 y 1996.
A su vez, en 2011, Tom Scharfeld creó una aplicación para aprender a tocar la trompeta, Scharfeld decidió nombrar a la herramienta “iTrump”, este título conllevó a que se enfrentará de manera legal en contra del actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump. En una batalla que duró seis años, finalmente se decidió que el creador de la aplicación podía usar el nombre ya que se canceló el derecho exclusivo que tenía la Organización Trump para utilizar el término “Trump” en relación a servicios de entretenimiento.