Cuando me di a la tarea de analizar los objetos expuestos en su producción, más los presentados en el CES y aquellas actividades y comodidades que pueblan nuestra cotidianidad, me quedé sorprendido. Si bien Zemeckis no le paga a todo, se acerca más que los mencionados directores al mundo treinta años adelante de su tiempo. El recorrido de “los personajes” por calles, domicilios y oficinas de su pequeña ciudad en el mañana, está plagado de objetos que hoy son tan omnipresentes como una lavaplatos.
En el futuro domicilio que ocuparía Marty, se observa una pantalla gigante como las presentadas en CES cargadas de características de telecomunicación, tan propias de los sets actuales, de hecho, se pueden ver otras montadas en oficinas con video conferencia, cosa común hoy. La exhibición de películas a 3D, así como las tendencia hollywoodense a filmar secuelas, son profetizadas en el film de Zemeckis. En el CES este año, se dio especial énfasis a la vestimenta inteligente conectada a la red de información que, entre otros elementos, se atestigua en los zapatos deportivos autoajustables del protagonista. No se diga de las “tablets” utilizadas por los personajes secundarios levantando opinión y firmas.
De los objetos y conceptos de estilo de vida que se aprecian en el film, muchos ya están completamente insertados en nuestra cotidianidad: comida deshidratada, usos de basura como fuente de energía, anuncios urbanos multimedia y la incontenible multiplicidad de cadenas de televisión aunque, el más dramático y triste de todos los escenificados, es aquel que muestra la obsesión de los miembros de la familia del protagonista a perderse en tecnología móvil disasociándose del mundo… tal y como sucede hoy.
Algo realmente curioso sobre la tecnología de consumo mencionada en mi artículo (anterior) sobre RadioShack y en este, es el hecho de que mucha de ella, en realidad, no ha sido inventada a recientes fechas, sólo perfeccionada, miniaturizada y hermoseada. Por lo menos en la tecnología de consumo, no mucho es realmente nuevo, sólo diferente y pequeño… ah, y de bajo costo. ¡Ya Dick Tracy ostentaba un reloj-teléfono de pulsera desde 1937!. Probablemente lo que el hoy hace diferente al ayer, tenga que ver con el medio “NUBE”: gran conductor y almacenador de contenido y, probablemente, la robótica de servicio que parece no detenerse proclamándose como la estrella más brillante del mencionado show.
Si bien el avance es importante, no necesariamente es sorprendente. Muchos comentarios sobre el CES giraron en derredor de esa ausencia del efecto “wow”. Especialistas en medios digitales mencionaron carencias de seducción en lo expuesto misma que fuera tan “presente en el pasado”. Tecnología más grande y más espectacular, quizas. Más sofisticada y vistosa, probablemente, aunque casi todo, pre-existente.
Mi reflexión: ¿Cuándo se dará un nuevo salto cuántico tecnológico en el medio de consumo? ¿Qué será aquello que nos hará salivar o quedarnos con la boca abierta? ¿Cuál será la nueva hornada de artilugios que se cocina por ahí y… cuándo aparecerá? ¿Habrá autos deportivos que vuelen, máquinas que viajen en el tiempo y/o patinetas que flotan como en la película de Zemeckis?