En México se generan 43 millones de toneladas de residuos sólidos al año, los cuales provienen de productos consumidos en el hogar. Uno de los elementos clave en este tipo de contaminación son los popotes.

Es por ello que marcas como Boing, Starbucks o McDonald’s e incluso la Semarnat lanzaron campañas en contra del uso del popote.

Un popote tarda en degradarse hasta 100 años aunque su uso lleva apenas unos minutos, por lo que esta medida representa un paso importante para erradicar su utilización.

La tendencia está creciendo a nivel global como respuesta a las exigencias de los consumidores. Recordemos que para generaciones como los Millennials resulta trascendental que una empresa sea socialmente responsable y esto se está expandiendo a otros segmentos.

American Airlines es una de las empresas internacionales que dejará de usar popotes y agitadores de bebidas de plástico y que los reemplazará con alternativas biodegradables.

También los hoteles Hyatt anunciaron que eliminará los popotes y otros plásticos de un sólo uso de sus hoteles en el mundo. Después del 1 de septiembre, estos estarán disponibles sólo bajo pedido y se proporcionarán alternativas ecológicas cuando estén disponibles.

Ahora se suma la marca de bebidas alcohólicas Bacardí, que se asoció con Lonely Whale para promover la eliminación de mil millones de popotes para 2020, desempeñando un papel en un movimiento creciente para combatir la contaminación por plástico acuático.

La campaña #Thefuturedoesntsuck en Londres, donde Bacardí y Lonely Whale colaborarán para convencer a los consumidores.

Rick Wilson, vicepresidente senior de responsabilidad corporativa de la firma, dijo que “No más popotes por favor cada que pidan una bebida, para que juntos podamos hacer un cambio impactante”.

Las colaboraciones, eventos y llamadas a la acción globales serán guiadas bajo el hashtag #thefuturedoesntsuck para alentar a los consumidores, clientes y socios corporativos a prestar su apoyo a la campaña. Entre ellas destacan artes gráficos para convencer del daño que causa la utilización de las pajillas en el mundo.

La marca de bebidas se vio atraída por la campaña lanzada el año pasado por la fundación en la que literalmente se pide “dejar de chupar” con #StopSucking como parte de un llamado a la acción ideado por la agencia Possible.

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