La coyuntura social actual apunta a que se han recrudecido los delitos de alto impacto en todo México y la Ciudad de México no es la excepción.

Un indicador de esta aseveración se puede observar en el caso de Laura Karen Espíndola, una mujer que la noche del 3 de diciembre abordaba un taxi cerca del metro General Anaya, en el sur de la capital mexicana, y que a través de la aplicación whatsapp mantenía comunicación con su madre en el trayecto, hasta que esta se perdió.

El caso cobró viralidad de manera inmediata, se colocó entre las tendencias de redes sociales y fue ampliamente difundido a través de los medios de comunicación.

Para fortuna de todos, los familiares de Laura Karen informaron esta mañana que la mujer ya se encontraba en casa, aunque no se sabe exactamente en qué estado o si fue objeto de vejaciones por parte del taxista o de alguien más.

La situación pone en relieve la importancia que tienen las redes sociales y las aplicaciones digitales para garantizar la seguridad de las personas, las propias apps de viajes, como Uber y Cabify, prevén un mayor control de los conductores que prestan sus servicios y el monitoreo de la ruta que siguen los vehículos, pero a final de cuentas, el apagar los aparatos en momentos de peligro puede ser suficiente para cortar comunicación y propiciar la comisión de delitos y crímenes.

Aún así, su uso adecuado puede ser una herramienta vital para momentos de peligro y por eso el gobierno de la Ciudad de México ha impulsado, desde septiembre pasado, el uso de la App Mi Taxi, que ofrece tener un control mayor de los vehículos de transporte concesionado y de sus conductores.

Esta alternativa digital se puede descargar desde la aplicación “Alameda Central” para teléfonos Android e iPhone. Permite conocer los datos del conductor y del taxi, los cuañes deben estar homolagados y actualizados con respecto al padrón que poseen las autoridades de la capital a través de la Secretaría de Movilidad.

En caso de existir una situación de riesgo para los usuarios de taxis y de esta aplicación, se puede activar un botón de pánico que tiene que estar conectado con el C5 de la Ciudad de México, que es el Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la capital, con el cual se pueden tomar decisiones por parte de cuerpos policiacos, de salud y de emergencias en caso de peligro.