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Hay que estar al tanto de los avances, de aclarar dudas y de facilitar el terreno para una integración definitiva.
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Lo primero es conversar con el nuevo empleado, para entender de qué manera es que él aprende mejor.
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Busca retroalimentación de aquel que dejó el puesto o quienes se encuentran en otro similar.
Llegar a un nuevo trabajo implica muchas cosas, sobre todo acostumbrarte a un nuevo ritmo. Existen herramientas y métodos que quienes ya tienen varios meses o años con la compañía, entienden a la perfección, pero un elemento externo necesitará un tiempo para adaptarse. Se conoce como “onboarding” a los métodos con que se le da la bienvenida a alguien, se le explica la cultura, lugar, organización y demás métodos. Pero dentro de este punto, uno de los más importantes es ayudarlo a entender las nuevas tareas que realizará y cómo hacerlas de una forma efectiva. De la efectividad con que se logre, dependerá que tan pronto este elemento comenzará a ser de verdad productivo y se sienta cómodo ante un mundo que le parecerá muy extraño al comienzo.
Hoy en día, los trabajos de oficina tienen software y programas muy específicos, que casi siempre requieren de práctica para dominarlos. Aunque se trate de algo simple, siempre que alguien usa cualquier cosa por primera vez, se encontrará en una posición complicada, pues cada quien tiene su manera de aprender. Cada persona tiene diferentes necesidades y el “onboarding” que realices se debe adaptar a ello. Un nuevo empleado puede llegar a frustrarse mucho si no entiende rápido el proceso o sentir que no es lo suficientemente productivo, así que vale la pena que una empresa lo lleve de la mano, para que se sienta en todo momento respaldado y que tiene a alguien a quien acudir si surgen dudas. Los siguientes puntos serán clave en una rápida adaptación.
Su aprendizaje
Lo primero es conversar con el nuevo empleado, para tratar de entender de qué manera es que él aprende mejor. Quizá le sirve un manual con instrucciones escritas o prefiere aprender sobre la marcha con lo que le has dicho. A partir de aquí se construye el resto del proceso.
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Retroalimentación
Para crear un buen método, busca retroalimentación, pero no del nuevo empleado, sino de aquel que dejó el puesto o quienes se encuentran en otro similar. Pregúntales qué les hubiera gustado que les enseñaran cuando llegaron o qué aspectos consideran más complicados y fundamentales para enseñar al nuevo.
Dales tiempo
Hay que recordar que nadie llegará sabiéndolo todo, así que se debe asignar un tiempo específico, un periodo de prueba donde sabemos que hay que estar al tanto de los avances, de aclarar dudas y de facilitar el terreno para una integración definitiva.
Busca herramientas
Como ya dijimos, el proceso de adaptación no será inmediato y quizá en este tiempo haya pérdidas en la productividad, sobre todo porque se tendrá que dedicar un tiempo a la capacitación. Así que para que puedas comprometerte en esto, busca herramientas que faciliten y automaticen otras labores, la tecnología tiene muchas opciones.
Asigna un mentor
Sería bueno darle a un elemento en específico, la tarea de ayudar al nuevo integrante, alguien que sepa de qué se trata lo que va a hacer y que esté disponible para ayudar en todo lo que se pueda, para que el nuevo integrante no se sienta perdido y sepa muy bien a quien acudir.