• Los patrones ahora tienen la obligación de dar de alta a sus trabajadoras en el seguro.

• Para inscribirlas en el programa piloto, se necesita número de seguro, CURP y domicilio de la trabajadora.

• Entre abril de 2019 y el 30 de octubre pasado, se realizó la primera fase de la prueba piloto.

La lucha por los derechos de las trabajadoras domésticas, un sector que ha sufrido muchas injusticias, producto de décadas de malas prácticas, tiene nuevos avances en México. Según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), este sector es el que más irregularidades presenta, pues no suele contar con servicio de salud, guardarías o ahorro para el retiro. Desde 1997, la ley no consideraba obligatorio darles estos derechos, producto de su inscripción en el seguro, lo cual hoy se considera un acto de discriminación. Es por ello que se acaba de lanzar la segunda fase del programa piloto en el que se busca hacer obligatoria su inscripción, con nuevas reglas sobre cómo los patrones deben cumplir con estas prestaciones de ley.

Fue al comienzo de abril de 2019 y hasta el 30 de octubre pasado, que se realizó la primera fase de esta prueba piloto, donde se afilió a 27 mil 640 trabajadoras. Además, beneficiarias o dependientes de ellas, se inscribieron en clínicas de medicina familiar, explicó Norma Gabriela López Castañeda, directora de Incorporación y Recaudación del IMSS. Entre las nuevas reglas, se encuentra un pago individual, en caso de que se trate de diferentes trabajadoras. Así mismo, el cálculo de la cuota se realizará en base al sueldo diario, no mensual.

Los patrones ahora tienen la obligación de dar de alta a sus trabajadoras en el seguro, para que obtengan el Número de Seguridad Social (NSS) que las acompañará durante toda su carrera laboral. Este número es necesario para para inscribirlas en el programa piloto, que además requiere Clave Única de Registro de Población (CURP) y domicilio de la trabajadora.

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El artículo 12 de la ley del Seguro Social, establece desde el año pasado que “el patrón o patrona de la trabajadora del hogar” debe realizar este procedimiento. “Lo que hacemos en esta fase dos es reconocer estas condiciones y trasladar toda la obligación del registro (a los contratadores)”, explicó López Castañeda.

En diciembre de 2018, la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró como un acto de discriminación que su afiliación al seguro fuera dejada a voluntad de los empleadores y pidió al IMSS, realizar un estudio para reformar la ley. Sus resultados permiten señalar ciertos elementos que deberían modificarse para que el seguro social cubra todas las necesidades de las trabajadoras domésticas. Esta propuesta fue recientemente presentada al Congreso y se tomaron en cuenta las particularidades de sus actividades, como la rotación de patrones, el hecho de que algunas se queden a dormir en el hogar que atienden, así como que la mayoría son mujeres, jefas de familia, que vienen de sectores vulnerables de la población, entre otros aspectos.

A principios de 2020, había 2.5 millones de personas en este trabajo, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, sin embargo, la pandemia de COVID-19 dejó sin trabajo a 1.6 millones. 70% de las trabajadoras del hogar viven en América Latina y Asia, según la Organización Internacional del Trabajo.