Los negocios de las tarjetas de crédito y débito, los pagos QR y las cuentas de ahorro estuvieron por mucho tiempo bajo el dominio de un monopolio: los bancos tradicionales.
Sin embargo, poco a poco, nuevas compañías financieras nativas digitales y centradas en la tecnología no paran de crecer… y de ganar cuota de mercado en un escenario cada vez más competitivo.
En prácticamente todos los países, más tarde o más temprano, estas compañías han llegado para quedarse y empiezan a competir mano a mano con los bancos clásicos.
Hay varios grupos de jugadores que hay que reconocer en este nuevo universo.
Por un lado, están las grandes tecnológicas que incursionan en el mundo de las transacciones de dinero. Son enormes. Hablamos de bigtech como Facebook, Apple, Amazon, Google. Una más poderosa que otra. Datos de 2007 dicen que Apple Pay fue el tercer método de pago móvil preferido en los Estados Unidos, de acuerdo con cifras de Walker Sands y NFC World+.
Por otro lado están las nuevas empresas que se sirven de la tecnología para ofrecer servicios financieros, las llamadas fintech. Nacieron 100% digitales y el mercado financiero es su objetivo.
También están los llamados neobanks. Un informe de la Asociación Española de Fintech e InserTech, publicado por Funds Society dice que que “los neobanks ofrecen una experiencia mobile-first” con un socio que es un banco tradicional que hace del depositario del dinero.
Esto les suma el respaldo que muchos potenciales clientes necesitan para confiar en depositar allí su dinero. “En resumen, los neobanks desarrollan una capa front-end sobre unos servicios y una infraestructura de un banco tradicional”, agrega.
Cada uno de estos players se está posicionando (algunos con más éxito que otros) y ocupando una cuota del mercado que los bancos han ido descuidando.
Estrategias
Para ganar market share, la estrategia de mercadotecnia es simple: apelan a hacer bien todo lo que los bancos tradicionales hacen mal.
Por ejemplo, ofrecen agilidad y simpleza en los trámites, buena y rápida atención a las consultas y reclamos, y –obviamente– son 100 por ciento digitales. Además, todo se puede hacer con el smartphone.
A veces, hasta otorgan mejores tasas de interés en los préstamos. Sin embargo, esta no es una característica uniforme. En algunos casos, es a la inversa.
En Argentina y México
Una de las novedades es la llegada de un gigante regional del sector a la Argentina: Nubank.
Hace un par de semanas, había hecho lo mismo en México, donde usará la marca “Nu”, para lo que empezó un proceso de reclutamiento.
Este neobank nació en Brasil (es uno de los “unicornios” de ese país) y ya conformó su sociedad para operar en la Argentina, según publicó iProUP.
Su principal objetivo: pelearle market share a Mercado Pago, el ala financiera de Mercado Libre, el único “unicornio” argentino.
Nubank está valorado en casi US$ 4.000 millones a partir de que fuera objetivo de inversión de la china Tencent.
Las actividades de Nubank en Argentina contemplan desde la emisión de tarjetas de crédito, débito y prepagas, hasta el lanzamiento de una plataforma de pagos con Código QR.
El público meta de estas nuevas compañías nacidas desde startups son principalmente personas sub-bancarizadas o subatendidas por los bancos.
De acuerdo con Ron Shevlin, un especialista de The Financial Brand, estos nuevos jugadores tienen todavía un trabajo arduo: educar a los consumidores acostumbrados a los clásicos bancos de antaño.
Para Shevlin, deben construir su marca desde abajo, explicándoles a los potenciales clientes que son un banco, igual, pero distinto.
Ejemplos internacionales de neobanks hay muchos, como Simple, GoBank y Moven. En Brasil, por ejemplo, además de Nubank, funciona Next y Banco Original. En México, uno es Bankaool por ejemplo.
En la Argentina, Wenance es una fintech enfocada en préstamos de consumo que creó la marca Presto Hoy.