El gobierno de México iniciará un proceso formal de consultas con el sector privado y otros actores relevantes por 90 días para fijar los parámetros que guiarán la revisión y profundización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y la Secretaría de Economía (SE) precisaron que ese proceso continuará de manera permanente una vez que inicie la negociación, de acuerdo con un comunicado conjunto de las dependencias.
La consulta en México se inicia de manera simultánea con la que el gobierno de Estados Unidos llevará a cabo internamente para sus propios efectos.
El proceso de consulta en México será coordinado por la Secretaría de Economía a través de los mecanismos ordinarios establecidos y con una participación activa del Senado de la República, conforme a las facultades que le corresponden en materia de política exterior.
“El proceso de consulta es indispensable para lograr una modernización del TLCAN que atienda el interés nacional, como se está haciendo en el caso del Acuerdo entre México y la Unión Europea, cuya negociación habrá de ocurrir también en 2017”, puntualizaron.
Donald Trump firmó el 25 de enero una orden ejecutiva para iniciar la construcción del muro en la frontera con México, razón que dio al presidente Enrique Peña Nieto, lo que provocó el intercambio de declaraciones entre el gobierno mexicano con la administración de ese país.
Esta es la segunda crisis entre Peña y Trump provocada por el controversial tema del muro fronterizo, ya que en agosto del año pasado el entonces candidato republicano visitó Los Pinos y aunque dijo que no habían discutido acerca del muro, Peña lo contradijo al asegurar que había sido enfático en que México no pagaría por esta construcción.
Además del anuncio que interviene en la política inmigratoria de Estados Unidos, Trump ha comenzado a cumplir sus promesas de campaña y ha anunciado medidas económicas para que las empresas estadounidenses inviertan en territorio nacional.
Trump pretende limitar el impacto de la globalización en los negocios, fomentando la inmersión económica del país. La primera potencia económica del mundo se ha beneficiado enormemente del desarrollo económico global, sus empresas son líderes en muchos sectores de la economía y cuentan con una buena parte de sus beneficios generados en el exterior.
Si las políticas proteccionistas provocan conflictos comerciales o bien frenan el desarrollo de ciertos mercados, los más perjudicados pueden ser precisamente las empresas y trabajadores estadounidenses.