Jorge Arturo Castillo

A pesar de las críticas por la pésima idea de la “farmaciota”, el presidente Andrés Manuel López Obrador sigue aferrado a lo dicho, tanto así, que ya adelantó en su conferencia mañanera del 21 de noviembre que el 30 de diciembre inaugurará esa ‘gran farmacia’ tan platicada, la cual va a contar con todos los medicamentos que se requieren, en hospitales y centros de salud .

En México, la situación es muy preocupante, ya que se estima una prevalencia de más de 13 millones de personas (que representan alrededor del 10% de la población total del país), según datos de la SSa. Estas cifras no solo revelan la magnitud del problema, sino que también subrayan la necesidad urgente de abordar la diabetes como una prioridad de salud pública.

La ubicación estratégica de nuestro país lo coloca cerca del principal mercado consumidor de dispositivos médicos en el mundo. El sector ha sabido aprovechar esta ventaja y se ha anticipado a la tendencia del nearshoring, atrayendo a inversionistas que buscan calidad y eficiencia en la producción.

A una semana de que iniciara la campaña de vacunación, se han aplicado 1.7 millones de dosis contra Covid e influenza; dichas vacunas ya están distribuidas en todas las instituciones de salud; recomendó ponerse las vacunas contra Influenza y Covid-19 al mismo tiempo.

La gran pregunta que debemos hacernos como población es si las vacunas anti Covid adquiridas por el gobierno mexicano, la Abdala y la Sputnik recibirán el mismo trato por parte del CMN de la Cofepris que las de Pfizer, Moderna y AstraZeneca…

Sobra decir que esta nueva ocurrencia de nuestro presidente hecha sobre las rodillas es tan descabellada que seguramente será otro barril sin fondo, otro tiradero de recursos públicos de esos que hemos visto a lo largo del sexenio.

“Es un honor para Anafam participar como miembro de IGBA, cuyos objetivos compartimos plenamente. Estamos encantados de trabajar juntos para garantizar el acceso global de los pacientes a medicamentos asequibles, de calidad y efectivos, además de obtener una voz más fuerte en México”: Dagoberto Cortés Cervantes.

Luego de estos cinco años de ocurrencias en el sector salud, no hay motivo alguno de celebración en México. Al más puro estilo de la Edad Media, ha sido un periodo oscuro, de atraso, mala gestión y decisiones hechas sobre las rodillas. Han sido 60 meses de mentira pura, que si el presidente fuera Pinocho la nariz, esa sí, ya habría llegado hasta Dinamarca.