El comercio minorista ya estaba por llegar a una nueva etapa desde antes de la pandemia, pero su efecto aceleró 10 años en semanas. Este cambio repentino demanda nuevas experiencias para los clientes e impone desafíos para las marcas.
Si bien el modelo D2C puede ser un desafío, las marcas tradicionales las marcas pueden aprovechar sus recursos y la organización que ya tienen, para centrarse en el usuario, crear experiencias más personalizadas y seguir siendo competitivos
El estudio de la IAB nos da un panorama completo sobre el journey digital del usuario y destaca la importancia que tiene estar presentes en cada etapa del funnel, desde el descubrimiento hasta la compra, ya sea en tienda online o física.
A pesar de que durante la pandemia muchas marcas disminuyeron su inversión, ese no fue el caso de las marcas CPG, quienes adaptaron su gasto en digital al comportamiento de los consumidores durante la pandemia.
La presencia de marca aumenta las probabilidades de impactar en el flujo de ingresos, es por eso que las campañas de branding conducen al crecimiento sostenido de la marca a través del tiempo, trayendo ingresos duraderos en periodos de tiempo más largos.
Captar la atención del usuario es vital en los anuncios digitales, ya que forma parte de la efectividad de una campaña publicitaria.
Trabajar desde casa implica sin duda un cambio de chip, tanto a nivel profesional como personal. Al inicio de la pandemia, tuvimos que adaptarnos rápidamente a esta nueva modalidad de trabajo.
En publicidad digital, la creatividad se apoya de tres palancas: la selección de medios, el presupuesto y la duración de la campaña.
La ola de la evolución en el ecommerce está aquí, lo que esperábamos que sucediera en algunos años está siendo tendencia ahora: las compras online
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