Entender al consumidor y los momentos que determinan su decisión de compra, es un mapa que muchos mercadólogos han seguido dentro del mercado automotriz.
De esta forma han logrado establecer diversas estrategias que han dado forma a un mercado donde la Big Data ha tomado protagonismo, sin embargo, la experiencia sigue siendo una norma que no puede faltar en la industria, cuando se plantean ejecutar estrategias comerciales efectivas.
Comunicar la experiencia es parte del discurso publicitario y muchas marcas han apostado a campañas que han definido una pauta dentro de la industria, en donde pareciera que se responde a las necesidades del consumidor.
Primero tenemos firmas como Tesla, con estrategias digitales en donde dan a conocer los desarrollos robóticos que manufacturan sus vehículos.
Toyota ha intentado generar campañas dirigidas en exclusiva para consumidores millennial, con discursos publicitarios que se adaptan a los estilos de vida de estos segmentos.
A pesar de que comunicar la experiencia de marca a través de un discurso publicitario ha sido la apuesta de las marcas automotrices, algunas de ellas han cometido errores como lo hizo Audi en China, donde comparó a una novia con autos usados, acción que no resultó positiva para la marca.
Audi es una marca que hasta 2015 había vendido 727 mil 389 automóviles en China, de acuerdo a estimados lanzados por JPMorgan Chase y CAAM. La cifra la colocó al frente del segmento de autos de lujo en ese país, no solo en esa ocasión, sino desde 2007 mantiene el liderazgo en ventas.
El error de la campaña publicitaria por parte de una marca que lidera el mercado de automóviles de lujo en China, debe llevar a la firma a entender la responsabilidad de lograr apuestas publicitarias que empaten con las exigencias del mercado, donde la imagen y percepción de estas compañías son fundamentales para seguir encabezando el segmento.