John Stankey, director ejecutivo de AT&T, fue muy claro en una conferencia organizada por Goldman Sachs. Dijo que no estaba “nada satisfecho” con la imagen de marca actual de la compañía que dirige. Así de simple.
Dijo que los clientes de la compañía estadounidense no la consideran como “la mejor en todos los casos” y que el objetivo será cambiar esa imagen. “Es una marca muy reconocida, pero tenemos que llevarla a un nuevo lugar”, dijo Stankey.
AT&T, con sede en Dallas, Estados Unidos, está en pleno proceso de escisión de su unidad de medios WarnerMedia, con el objetivo de combinar los activos con Discovery Inc.
Se pondrá fin de esta forma al ambicioso y frustrado intento de AT&T para convertirse en una potencia del entretenimiento.
Una vez finalizado el plan de marketing, volverá a concentrarse en lo que sabe hacer: el negocio de las telecomunicaciones.
Stankey dijo que la estrategia de cambio de marca no es simplemente una campaña de publicidad ni simplemente de mercadotecnia, sino que lo que se busca es garantizar que sus productos y servicios, especialmente el de Internet residencial por fibra, sean los mejores del mercado.
Hasta ahora, AT&T invertido millones para bajar en U$S 2.000 millones sus costos operativos, pero el objetivo es que esa eficiencia baje en unos U$S 6.000 millones, según publica Reuters.
AT&T ha tenido muchas fallas de marca en los últimos años.
Recordemos que la compañía eligió debutar con HBO Max, mientras que otros dos servicios de transmisión llamados, HBO Go y HBO Now, todavía existían.
El resultado confundió a los clientes y provocó críticas del propio jefe de WarnerMedia, Jason Kilar, quien admitió el problema.
AT&T también cambió el nombre de su servicio de transmisión DirecTV Now a AT&T TV Now, un producto separado de AT&T TV, en 2019, solo para finalmente “liquidar” a AT&T TV Now y cambiar el nombre de toda la gama de servicios a DirecTV.
A mediados de 2018, la industria de las telecomunicaciones y el entretenimiento presenció una de las fusiones más grandes del siglo cuando la renombrada WarnerMedia fue adquirida por AT&T.
El conglomerado, en ese momento, tenía el objetivo de una integración vertical que le permitiera crecer y expandirse. Su gran objetivo era el mercado del streaming.
Ahora, la estrategia es diferente: concentrarse en lo que sabe hacer, las comunicaciones. Allí es donde, a entender de su CEO, están haciendo las cosas mal.
El último rebrading de AT&T se produjo en 2016, cuando la compañía presentó los detalles de su nueva identidad corporativa.
El complejo proceso de cambio estuvo a cargo de Interbrand y del equipo interno de identidad de marca de la compañía de los Estados Unidos.
La transformación también abarcó a DirecTV, que había sido comprada en 2015 por AT&T como parte de su llegada a América Latina, donde la compañía de TV satelital era (y sigue siendo) una de las más fuertes.