Toronto (Canadá).- La ciudad más habitada (2,6 millones de habitantes) de Canadá, Toronto, se convirtió ayer por la tarde (hora local) en un escenario de terror y es que, en una de sus arterias más transitadas, una furgoneta se subió a la acera y arrolló a múltiples personas. El balance, por el momento, según la policía, es de 10 muertos y 15 personas heridas. Según los agentes de la policía, el siniestro fue deliberado pero el Gobierno del país, por su parte, ha afirmado que no está relacionado con asuntos de seguridad. El conductor, Alex Minassian, de 25 años, se dio a la fuga aunque fue detenido y no estaba fichado por las fuerzas de Seguridad.
Respecto al atropello, el ministro de seguridad pública de Canadá, Ralph Goodale, ha advertido, en una rueda de prensa al poco de ocurrir, que “sería inapropiado entrar en conjeturas respecto a las causas del accidente” y también, Justin Trudeau, Primer Ministro canadiense afirmó que “apenas estamos conociendo la situación en Toronto. Nuestros corazones están con todos los afectados. Tendremos más que saber y decir en las próximas horas”.
El atropello ocurrió, como hemos dicho, en una de las zonas más concurridas de la ciudad, en la esquina formada por la calle Yonge y la avenida Finch, donde la furgoneta recorrió toda una milla sembrando pánico, caos y, sobre todo, muerte a su paso.
Los testigos aseguran que fue un acto intencionado y, en el momento del arresto, el sospechoso dijo “¡Dispárame a la cabeza!” y también añadió “tengo un arma en el bolsillo, para acabar luego rindiéndose con las manos en alto.
Tras el atropello, ocho ambulancias se dirigieron al Hospital Sunnybrook. John Flengas, jefe de los servicios médicos del centro, ha calificado lo ocurrido de “pura matanza” mientras que el alcalde de la ciudad, John Tory ha pedido a la gente que “evite el barrio algunas horas para facilitar el trabajo de la policía. Es importante que las personas no pasen por la calle Young”.
La posibilidad de que el atropello haya sido deliberado, tal y como han apuntado los testigos, dispara entonces las alarmas sobre terrorismo y es que el atropello de personas es un método que están usando como arma de terror los yihadistas en los últimos años, tal y como ocurrió en los atentados de Niza y Berlín en el año 2016 y en Barcelona el pasado mes de agosto.