Debido a los constantes avances tecnológicos es preciso que las marcas complementen los servicios que las compañías ofrecen con este nuevo idioma de innovación, ya que en la actualidad, los consumidores viven detrás de un dispositivo conectado a la red casi las 24 horas del día.
Derivado de clientes con mayor preparación y exigencias es necesario mejorar la calidad en la atención al cliente, así como en los productos, según mostró un análisis de Zendesk.
La desarrolladora tecnológica recomendó utilizar diferentes canales y medios, responder sus mensajes de manera directa, y publicar actualizaciones en las redes sociales más populares para dejar de lado el mostrador y buscar nuevas formas de ventas.
Ante este panorama, sugirió contratar ayuda profesional en soluciones tecnológicas con el objetivo de atender a la mayor cantidad de clientes de forma inmediata y eficaz, a través de monitoreo para prever las tendencias y comportamientos de los usuarios.
De acuerdo con el Estudio de Hábitos de los Usuarios de Internet en México de la Asociación de Internet, los mexicanos dedican en promedio siete horas a navegar por la red, y se espera que este 2018 la tendencia crezca.
No obstante, la tecnología no puede remplazar la calidez, por lo que el capital humano será indispensable para operar, coordinar y capacitar a los mejores agentes de atención al cliente para que puedan resolver problemas complejos.
La empresa indicó que en 2018 muchas compañías invertirán su dinero en publicidad con la finalidad de captar la atención de nuevos usuarios; no obstante, también es necesario invertir en herramientas de servicio al consumidor para ver satisfecha dicha necesidad y elevar las barreras de salida de los clientes.
De acuerdo con la investigación de Deloitte Human Capital Trends 2017, la inteligencia artificial está siendo utilizada ya por algunos sectores: 38 por ciento de los 10 mil 400 encuestados, en 140 países, dijeron que están usando la inteligencia artificial en su lugar de trabajo y el 62 por ciento espera hacerlo en 2018.
Además, un tercio de los empleados encuestados piensan que en sus trabajos incrementará el uso de la inteligencia artificial en un futuro.
El desafío para los colaboradores reside en que muchos necesitarán mejorar su alfabetización digital, mientras que para las organizaciones el costo de implementar dichos sistemas será alto.