El Reino Unido está de luto pero también en alerta, el ataque terrorista ocurrido la noche del lunes en la Manchester Arena durante un concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande y que provocó la muerte de 22 personas y 59 más heridas ha dejado conmocionado a los británicos y al mundo.
Este tipo de ataques no sólo priva de la vida a cientos de personas en todo el mundo año con año, también tiene un impacto en la sociedad e implicaciones de índole económico que pueden afectar seriamente la imagen de una ciudad y de un país.
El suceso más reciente, por ejemplo, produjo una imagen muy dura de Manchester, una de las principales ciudades de Reino Unido. Según datos de la Office for National Statistics, esta ciudad del norte británico se ubicó como el tercer destino con mayor número de turistas internacionales en 2016.
Y, tras el ataque en del lunes, podría cambiar. Más si se considera los resultados de una encuesta realizada por YouGov, en muchos países de Europa, en la que las personas respondieron que creían que en este año se podrían producir más ataques en su territorio nacional.
De hecho, de acuerdo con los resultados de esta consulta, Reino Unido fue el segundo con mayor probabilidad, sólo superado por Francia, nación que sufrió varios ataques entre 2015 y 2016 y que también pudo resentir en diversos sectores como los negocios, particularmente al sector turismo que representa más de mil millones de millones de dólares a nivel mundial. Lo mismo pasó en Bélgica, en los atentados en Bruselas el año pasado.
En el caso del atentado ocurrido en territorio británico, un primer impacto se ve reflejado en la decisión que tomó la administración de la Manchester Arena, al suspender los eventos programados para lo que resta de esta semana. Esto podría ir aumentando en los próximos días.
— Manchester Arena (@ManchesterArena) 23 de mayo de 2017