El auge de las marcas encasilladas en el denominado “ultra lujo” es un fenómeno para analizar en los últimos años.
Definidas como marcas que ofrecen productos y servicios de la mayor gama posible por precio y calidad, las “ultra lujo” son, sin dudas, indicadores de riqueza y estatus.
El crecimiento de estas marcas ya era rápido, pero se aceleró con la pandemia, en línea con el aumento de la desigualdad en la mayor parte de las economías globales.
Marcas como Louis Vuitton, Gucci, Prada, Burberry y Cartier lideran el camino en el espacio del lujo y, entre sus artículos de ropa, joyas y accesorios, también ofrecen productos para el mercado del “ultra lujo” al que acceden consumidores “súper adinerados”.
Sin embargo, lo que distingue a las marcas de ultra lujo de otras marcas de lujo es su enfoque en brindar un servicio y experiencias superiores al cliente.
Esto incluye experiencias de compra personalizadas, acceso exclusivo a artículos de edición limitada e incluso ingreso a eventos y experiencias únicas.
Este enfoque en el servicio al cliente ha sido un factor importante en su éxito, ya que los magnates están dispuestos a pagar más por productos y servicios que brindan una experiencia única y “ultra lujosa”.
El futuro del mercado de ultra lujo parece brillar a medida que las marcas continúan innovando y desarrollando nuevos productos y servicios para satisfacer las demandas de los consumidores con cada vez más poder adquisitivo.
Aston Martin y el “ultra lujo”
Un ejemplo de marca de ultra lujo es Aston Martin, la compañía fabricante de automóviles deportivos que vio crecer sus ventas y caer sus beneficios en 2022, pero que lanzó previsiones “excelentes” para 2023.
Esto impulsó sus acciones hasta un 15 por ciento este miércoles 1 de marzo.
Según dio a conocer en su reporte financiero, la compañía británica más que duplicó las pérdidas antes de impuestos en 2022, pero dijo que ingresos aumentaron un 26 por ciento en todo el año, hasta los 1.390 millones de libras esterlinas (unos 1.670 millones de dólares), con un aumento del beneficio bruto del 30 por ciento interanual.
Aston Martin reconoce que tuvo los mismos problemas que el resto de las compañías automotrices el año pasado (interrupciones en las cadenas de suministros y logística), pero que eso no impidió que su volúmen de venta mayorista creciera un 4 por ciento interanual.
En total, entregó 6.400 vehículos. De ese universo, 3.200 fueron Aston Martin DBX, de los cuales más de la mitad respondieron al modelo SUV DX707.
“En 2023 esperamos tener un fuerte crecimiento en la rentabilidad respecto de 2022, principalmente por un incremento en los volúmenes y mayores márgenes brutos tanto en los vehículos base como en los super deportivos especiales”, dijo la marca.
La compañía espera vender más de 7 mil unidades en 2023.
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