El movimiento natural que tiene el mercado de retail está produciendo cambios enormes, ya sea por errores cometidos o nuevas necesidades en el mercado.
Vemos cifras negativas como el fracaso del retail en punto de venta dentro de Estados Unidos, que ha afectado a las compañías Hansae, Sae-A Trading, o de Youngone.
Estas últimas empresas se trata de compañías coreanas de manufactura de ropa, con fábricas en países como Guatemala, Indonesia o Vietnam, países con gran popularidad por ser cuna de marcas como Zara, Nike, H&M o Polo Ralph Lauren.
También son conocidas por encabezar una serie de acciones con las que pretenden crear sus propios márgenes de ganancias y beneficios, ya no solo como maquiladoras de marcas extranjeras, sino con sus propios productos, pues se trata de compañías con experiencia, tecnología y lo primordial, patrones con los que logran exitosas prendas como mezclillas que logran adaptarse a la demanda del mercado.
Esta ambición que ha sido reportada por medios especializados no debe sorprender, pues mercados como el de fast fashion han logrado construir toda una industria con prendas básicas y réplicas de prendas lanzadas por marcas caras, que han hecho del mercado de la moda, un segmento determinado por el precio, con el que se logra competir frente al mercado masivo y los nichos a los que está dirigido cada marca o producto, ya sea que se trate de líneas de ropa lanzada para tallas extra o líneas dirigidas a estilos de vida como el deportivo, con gran trascendencia en el mercado y aún más novedoso, el segmento wearable, donde las telas cuentan con la tecnología para poder manipular la conexión online de los consumidores, al menos esta oportunidad es vista por MarketsandMarkets, al advertir que los ingresos del mercado mundial de telas inteligentes ya tendrá para este 2017 ingresos por mil 720 millones de dólares.