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Desde 2016, las leyes de Bélgica permiten a los trabajadores solicitar flexibilidad laboral.
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En Reino Unido, se depende mucho de los acuerdos a los que llegue cada compañía con sus trabajadores.
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Italia introdujo el concepto de “trabajo flexible” en 2016.
Uno de los grandes cambios que trajo consigo la pandemia de COVID-19, fue la implementación del “home office” para mantener el distanciamiento social y evitar contagios. Casi todas las empresas que podían hacerlo, tuvieron que adaptarse de forma obligatoria. Esta modalidad, sin embargo, resultó más complicada en la práctica, pues en muchos países se trataba de un método usado sólo de vez en cuando, por lo que no existía experiencia alguna. Peor aún, no había una regulación por parte de la ley. Tal es el caso de México, uno de los países que no tiene una legislación específica en cuanto al trabajo desde casa. Se conocen los derechos de los trabajadores, pero estos se deben adaptar, pues existen ciertas ventajas y desventajas del también conocido como teletrabajo. La regulación del “home office” es algo que algunos países europeos ya vienen haciendo desde hace años y algo podemos aprender de ellos.
Países Bajos
Para finales de 2019, esta era la parte de la Unión Europea con más personas en modalidad “home office”, más exactamente uno de cada 10 empleados. Desde 2016, sus avanzadas leyes permiten a los trabajadores solicitar flexibilidad en este forma de realizar sus labores. Se puede llegar a un acuerdo legal que forme un sistema por objetivos, sin fechas ni horarios. Esto habla de una cultura de confianza casi única en el mundo.
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Bélgica
Luego de que esta modalidad se implementara de manera obligatoria por la pandemia de coronavirus, Bélgica fue uno de los primeros países en dar una compensación a los empleados por los gastos que el “home office” les traería. Así que desde el uno de abril, las empresas belgas están obligadas a dar un pago extra a sus empleados y así cubrir gastos como luz e internet.
Reino Unido
Reino Unido tiene una regulación de trabajo flexible y todos puede solicitar a su empresa la modalidad desde casa. Para solicitarlo, los empleados debían tener al menos seis meses en una empresa, que después debía estudiar cada caso particular y podía negarlo. La ley de esta parte del mundo, en realidad, depende mucho de los acuerdos a los que llegue cada compañía con sus trabajadores.
Francia
Fue en 2012 cuando Francia impuso algunas normas respecto al “home office”, incluso previendo que se trataba de una modalidad que sólo debía ser obligatoria por causas de fuerza mayor, como una pandemia. También tomaba en cuenta los derechos de las personas con alguna discapacidad. Su ley establece que debe haber horarios fijos para un contacto entre ambas partes, así como maneras de regular la carga laboral. Incluso si una persona sufre un accidente en horas de trabajo, aunque sea desde casa, se toma en cuenta como accidente laboral.
Italia
Desde 2016, Italia introdujo el concepto de “trabajo flexible”, que abarca desde la posibilidad de trabajar desde casa, hasta un manejo más amplio del control de horarios. Su ley, en este aspecto, se refería también a las personas con hijos, alguna discapacidad o quienes están al cuidado de una persona enferma. Se busca un trato igualitario en caso de enfermedades o accidentes si se trabaja desde casa.