Ciudad de México. Esta semana se generó mucha polémica en las redes sociales por la aparición de Méxicoleaks, la primera herramienta formal para la filtración de información de carácter confidencial, denuncias anónimas y documentos oficiales que permitan facilitar la transparencia en el territorio mexicano.
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De acuerdo con su página en internet, la plataforma Méxicoleaks permite el envío de información de interés público a un grupo de ocho medios de comunicación y organizaciones civiles a través de “tecnologías seguras que garantizan el anonimato de la fuente”. Una iniciativa que hasta el momento logró motivar una discusión en torno a las implicaciones de la nueva dinámica de comunicación y que volvió a poner sobre la mesa temas sobre ética periodística (específicamente el secreto profesional), manejo de rumores, calidad de información y protección de datos de carácter privado.
En este sentido Daniela Pastrana, directora ejecutiva de la red Periodistas de a Pie, comentó en entrevista para la revista Merca2.0 que la filtración de datos es tan sólo el primer paso de la investigación y que resulta importante aclarar que los documentos recibidos a través de la nueva plataforma no son lo que se va a publicar: “La herramienta (Méxicoleaks) es tan sólo un mecanismo para que la gente que tiene información relevante pueda compartirla de forma segura, sin preocupaciones de algún tipo de represalias por brindarla. Ese es el único sentido de la plataforma: fortalecer a la ciudadanía y establecer un vínculo con los medios de comunicación”.
Méxicoleaks paso a paso
Una vez que el ciudadano dispuesto a revelar datos accede a la plataforma (y descarga el navegador Tor que brinda anonimato al establecer una red proxy aleatoria) puede elegir entre los ocho medios involucrados para compartir su información: R3D, Proceso, PODER, Emeequis, Periodistas de a Pie, Animal Político, Aristegui Noticias y Másde131. Una vez hecho este proceso sigue la parte más complicada, ya que comenzará la investigación formal por parte de los canales involucrados”.
“Lo que sigue después de recibir la información es la parte pesada que nos toca a los que estamos del otro lado: el proceso de verificación, de checar los datos y de hacer una investigación que puede llevarnos dos semanas, un mes, seis meses o un año, no lo sabemos. No es en automático”, aseguró Pastrana, quien comentó que uno de los compromisos fundamentales de las partes involucradas es que la información sólo se va a hacer pública cuando se haya cumplido con los estándares máximos de rigor periodístico y los demás miembros de la prensa estén de acuerdo con la información.
En una muestra de los últimos 3 días, el #Méxicoleaks generó más de 252 millones 455 mil 599 impresiones en la red social Twitter, todo esto a través de 2 mil 118 menciones que demuestran el impacto que está generando en la República la nueva iniciativa de transparencia y acción de denuncia ciudadana.
Con el paso de los días y a raíz que se vayan liberando las primeras informaciones, se observará realmente si la iniciativa Méxicoleaks es viable. Todo esto en el sentido de conocer si su presencia sirve para reforzar la confianza de la ciudadanía al compartir datos que sirvan para denunciar, transparentar o evidenciar actividades privadas o gubernamentales de alto impacto para la comunidad.
