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El “2022 Global Consumer Insights Pulse Survey” descubrió cómo la inflación ha afectado mundialmente al comportamiento del consumidor.
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En México, se registraron pérdidas en la economía de hasta el 43 y 70 por ciento.
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El índice de precios al consumo (IPC) en Francia se situó el mes de agosto en el 5,9 por ciento.
En los tiempos de crisis es cuando las mejores estrategias que realizan las marcas, son la mejor opción para sobrevivir. Actualmente, el mundo entero está atravesando una fuerte crisis económica, donde la inflación sigue llegando a muchos países, motivo por el cual algunos supermercados en Francia están generando estrategias para ganar clientes.
La pandemia del Covid-19 y el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, ha hecho que la economía en el mundo se transforme. Ante eso, el Banco Mundial reveló en un informe que la economía global pronto podría enfrentar una recesión en 2023 debido al ajuste monetario de los bancos centrales y al aumento de las tasas de interés.
Asimismo, el Fondo Monetario Internacional (FMI), detalló que en julio, había revisado a la baja el crecimiento mundial al 3.2 por ciento en 2022 y al 2.9 por ciento en 2023.
Por su parte, según expectativas del banco central, la inflación general en México habría pausado su escalada en la primera quincena de septiembre, aunque seguiría muy por encima de la meta oficial.
En ese sentido, se resalta que la mediana de las proyecciones de 17 participantes arrojó una tasa interanual de un 8.71 por ciento para el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), abajo del 8.77 por ciento de la segunda mitad de agosto, cuando alcanzó su mayor nivel desde finales de 2000.
Estrategia de los supermercados en Francia ante la inflación
Uno de los países que se ha visto afectado por esa crisis económica, en especial por la inflación, es Francia, donde las personas ya hacen malabares para saltar poder comprar en los supermercados por los altos precios.
El índice de precios al consumo (IPC) en Francia se situó el mes de agosto en el 5,9 por ciento, lo que supone una caída de dos décimas respecto a la tasa interanual registrada en el mes de julio.
Es por eso que estos establecimientos se las están jugando en sus estrategias, lanzando ofertas especiales y atractivas para reducir la facturas del consumidor en línea de cajas y ganar más clientes.
Como ejemplo para reducir el impacto en el poder de compra, los supermercados como Leclerc, Lidl y Carrefour han colgados carteles en sus tiendas promocionando desde un “Escudo anti inflación”, “La mano amiga que vale la pena” o “Precios Ajustados”.
Todos intentan disimular los relevamientos del Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos del país (INSEE, por sus siglas en francés), que vienen alertando que la suba de costos llegó para quedarse por varios meses.
Las primeras estrategias de estos establecimientos comenzaron en junio en la marca francesa Carrefour, con su campaña “Precios Ajustados”, donde 220 productos de grandes compañías mantendrán sus precios.
Entre estos productos protegidos se encuentra: papel higiénico, café, detergente en polvo y jugo de naranja de primeras marcas. “Estas son muchas necesidades básicas, artículos cotidianos, entre otros.
El lema elegido por Carrefour es que “Cuando todo sube, para no apretar más el cinturón, apretamos los márgenes“. Asimismo, Stefen Bompais, director de experiencia del cliente de la marca, destacó que los consumidores franceses podrán reconocer los productos protegidos a través de los portaetiquetas o etiquetas de precio especial.
Por su parte, en el mes de mayo, Leclerc lanzó su “escudo antiinflacionario” que bloquea el precio de 120 productos cotidianos, seleccionados entre los más comprados desde octubre de 2021 a marzo de 2022.
Mientras que la cadena Lidl, hizo lo mismo con “La mano amiga que vale la pena” que permite a sus clientes beneficiarse con un cupón, una vez al mes, por un cinco por ciento de descuento en su cesta de la compra.
Este tipo de estrategias no solo las están realizando las marcas en países como Francia, ya que compañías como Zara, también han lanzado estrategias para ayudar a sus consumidores en estos tiempos de crisis, al aceptar pagos diferidos en sus compras.
Como también, en Estados Unidos, Walmart implementó un programa de venta de productos usados que vende en su tienda y todo el inventario reacondicionado para reaccionar ante la inflación y los cambios en la conducta de gasto del consumidor.
En conclusión, las empresas no están lejos de la situación que está viviendo el mundo entero cuando de economía se trata, por lo que están conscientes de que si no le hacen frente con estrategias únicas no van a sobrevivir ante este panorama.
