Los teléfonos inteligentes se han expandido y ahora forman parte de los nuevos hábitos de consumo en los consumidores en el mundo, debido a que ofrecen una alternativa conveniente a las conversaciones que no tenemos en la vida real por falta de tiempo.
De acuerdo con Cisco Systems, en 2020 habrá 5 mil 500 millones de usuarios de telefonía móvil a escala global, lo que equivale al 70 por ciento de la población global. Si bien los smartphones permiten tener conversaciones directas, ampliando los mensajes, es probable que falten algunos aspectos importantes de la comunicación.
Un análisis de la Universidad de Baylor destaca que un mensaje de texto, correo electrónico o post en redes sociales contiene malas interpretaciones, información inexacta, mala comunicación y sentimientos heridos, ya que para enviar un mensaje como se haría en persona es necesario el lenguaje corporal y hablar menos, todo lo contrario en redes sociales.
Según el Bank of América, el 29 por ciento de los estadounidenses eligió el texto como su método preferido para conversar con otros, en comparación con el 40 por ciento de los millennials, mientras que el 38 por ciento de los consumidores de ese país eligió conversaciones en persona, es decir, solo los jóvenes prefieren la comunicación virtual a la real.
De acuerdo con el análisis, el 89 por ciento de los estadounidenses aceptó sacar un celular durante una conversación en vivo con otra persona y el 82 por ciento dijo que deterioró la conversación.
En concreto, la idea de sacar un teléfono durante una conversación puede generar sentimientos negativos, de rechazo e incluso repulsión, ya que las personas observan que su conversación se ve interrumpida por un smartphone.
Y es que el 93 por ciento de los millennials aceptó utilizar su celular en su cama, el 80 por ciento en el baño y el 43 por ciento lo revisa mientras se pone la luz roja del semáforo. Además, el 66 por ciento de los millennials checan su celular al despertar y el 10 por ciento se despierta durante la noche para volverlo a mirar.
Entre las recomendaciones de los especialistas para tratar de impedir afectaciones a la vida privada por culpa de los smartphones, están el apartar el celular cuando conduces, no colocar el teléfono en la mesa durante la cena, comida o desayuno, y la más importante: si vibra el celular mientras mantienes una charla, ignora el smartphone.