La realidad es que pocos eventos a nivel mundial (incluyendo el Super Bowl, las olimpiadas o los mundiales) tienen tanta pasión y alcance como el March Madness de la NCAA.
El March Madness o “Locura de marzo” es un torneo anual de baloncesto universitario masculino y femenino organizado por la Asociación Nacional de Atletismo Universitario (NCAA) en Estados Unidos. Es uno de los eventos deportivos más emocionantes y seguidos del país y se lleva a cabo cada primavera, generalmente durante marzo y comienzos de abril.
El torneo masculino comenzó en 1939 y el femenino en 1982. Ambos torneos cuentan con 68 equipos que compiten en un formato de eliminación directa. Los equipos son seleccionados y “sembrados” en un cuadro. Avanzan a través de rondas sucesivas hasta que sólo queda un campeón.
El March Madness es famoso por sus sorpresas y “upsets”, donde equipos de menor rango derrotan a los favoritos, lo que a menudo lleva a la creación de “brackets” o pronósticos, donde los aficionados intentan predecir los resultados de los partidos. La fase final del torneo, conocida como Final Four, se ha convertido en un evento deportivo de gran magnitud, atrayendo a millones de espectadores tanto en persona como a través de la televisión y otros medios. Justo el lunes fue la Final Four, que pude disfrutar incluso si perdió el equipo que yo apoyaba.
¿Qué pasó este año que fue tan espectacular?
El March Madness de la NCAA 2024 ha sido una vez más un escaparate del talento emergente en el baloncesto universitario, tanto en las categorías masculinas como femeninas. La victoria de UConn sobre Purdue en la final masculina, su repetición de campeonato y los logros impresionantes de Caitlin Clark de Iowa en el torneo femenino así como los de Zach Edey han sido los puntos destacados de este año.
Alcance y audiencia: una celebración nacional
El torneo atrajo a equipos de 34 estados y el Distrito de Columbia, con partidos disputados en varias ciudades a lo largo de Estados Unidos. La final masculina, celebrada en el State Farm Stadium en Glendale, Arizona, capturó la atención de millones, siendo el partido más visto entre NC State y Duke con 15.14 millones de espectadores en CBS (Sportsnaut). Mientras, la Final Four femenina promedió 10.65 millones de espectadores, estableciendo un nuevo récord para el torneo femenino (Sportsnaut).
La final del Final Four femenino entre Iowa y UConn en 2024 fue el partido de baloncesto más visto en la historia de ESPN, con 14.2 millones de espectadores. El partido alcanzó un pico de 17 millones de espectadores, superando todos los juegos de las Finales de la NBA y de la Serie Mundial de MLB del año anterior. Este récord se estableció sólo 3 días después de que la victoria de Iowa sobre LSU en la Elite Eight se convirtiera en el juego de baloncesto femenino universitario más visto de todos los tiempos, con un promedio de 12.3 millones de espectadores.
Marketing y sentido de pertenencia: más allá del juego
El March Madness no es sólo un torneo de baloncesto; es una herramienta de marketing que genera un fuerte sentido de pertenencia entre estudiantes, exalumnos y aficionados. Las universidades aprovechan este evento para reforzar su identidad y fomentar la lealtad, mientras que las marcas y patrocinadores se benefician de la enorme visibilidad y el entusiasmo generado. Las emociones desbordadas durante el torneo son un testimonio de la eficacia de estas estrategias de marketing.
Apuestas y fiestas: el lado lucrativo del torneo
El March Madness también es sinónimo de apuestas y fiestas. Se estima que cada año se apuestan millones de dólares en el torneo, añadiendo una capa adicional de emoción y, para algunos, de riesgo. Las fiestas y reuniones para ver los partidos son eventos comunes, convirtiendo el torneo en una oportunidad de negocio para bares, restaurantes y casas de apuestas.
El fenómeno Caitlin Clark y Zach Edey
En el torneo femenino, Caitlin Clark de Iowa ha sido una sensación, liderando a su equipo en impresionantes victorias y estableciendo récords. Su actuación en el partido contra LSU en la Elite Eight fue histórica: se convirtió en el juego de baloncesto universitario femenino más visto de todos los tiempos con un promedio de 12.3 millones de espectadores (Sportsnaut). Clark ha demostrado ser una atleta excepcional así como una figura inspiradora en el deporte femenino.
Por otro lado, Zach Edey de Purdue lideró la nación en el torneo varonil con un promedio de 24.4 puntos por partido, además de contribuir con 11.7 rebotes, 2.1 asistencias y 2.1 bloqueos por partido (Sporting News). Edey, con una estatura de 7 pies y 4 pulgadas, fue el jugador más alto en el torneo, seguido de cerca por varios otros jugadores de al menos 7 pies y 1 pulgada, incluyendo a Will Berg de Purdue y Donovan Clingan de UConn (Sporting News). Pero más importante todavía, se volvió el jugador más valioso por segundo año consecutivo; sin embargo, a pesar de que el lunes contribuyó mucho, falló mucho también, lo que le costó el partido y el torneo.
Una celebración del espíritu universitario
El March Madness 2024 ha sido una celebración del espíritu universitario, destacando el poder del deporte para unir a las personas y generar pasión y lealtad. Tanto en las canchas masculinas como femeninas, el torneo ha demostrado ser un fenómeno de marketing y un escaparate del talento emergente en el baloncesto universitario. Si no has tenido oportunidad de seguirlo, te invito a hacerlo: es realmente un fenómeno en todos los sentidos. Si lo ves, podrás darte cuenta de que es más que un torneo y que, quizás, no hay otra justa que desborde tanta pasión como esta.
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Arturo Ortiz, CEO Birth Group
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