Luego de cinco días bajo los efectos del meteoro “Harvey”, los daños que ha recibido Texas y su mercado petrolero, tanto en producción como de transporte y refinería, ya asciende a los 20 mil millones de dólares.
Según informes de aseguradoras de Estados Unidos, el paso de “Harvey” ha anegado parte de la ciudad de Houston y otras áreas de la costa de este estado, obligando a parar buena parte de las refinerías de petróleo.
De cumplirse las previsiones, “Harvey” se convertirá en el tercer huracán más costoso para el sector de seguros, después de las catástrofes del Katrina en el 2005 y de Sandy en el 2012.
Las pérdidas totales excederán los 20 mil millones de dólares, mientras que las pólizas de seguros sólo cubren daños a negocios; las inundaciones de viviendas son cubiertas por el gobierno estadounidense.
Las empresas más castigadas en este contexto son las empresas que aseguran a las aseguradoras que contratan las pólizas con el cliente.
Swiss Re señala que es pronto para hacer cálculos de pérdidas. El valor cae el 2 por ciento, en línea con otros gigantes como Axa, Prudential o Aegon, que con una fuerte presencia en Estados Unidos, es la aseguradora que más retrocede en el Euro Stoxx, más del 3.5 por ciento a media sesión. Mapfre se lo hace en un 2.5 por ciento.
Sin embargo, el costo total de “Harvey” podría superar los 100 mil millones de dólares, según Saxo Bank. Un número que se situaría por debajo de los 160 mil millones de dólares en daños que dejó Katrina, pero por delante de los 75 mil de Sandy en el 2012
En cuanto al impacto económico general, JP Morgan prevé un efecto moderado. “Aunque los huracanes paralizan la actividad y destruyen capital, posteriormente la reconstrucción hace crecer el PIB”, afirma el banco en un comunicado.
La pérdida de consumo se suele compensar en trimestres posteriores. Houston y su área de influencia generan un PIB de alrededor de 500 millones de dólares, apenas el 3 por ciento del estadounidense.
Houston, Galveston y Corpus Christie son las capitales del petróleo en Estados Unidos. Suman algunas de las mayores refinerías del país, con capacidad de procesar medio millón de barriles de crudo al día.
Esta zona también es la principal puerta de entrada y salida de productos petrolíferos en la primera economía del mundo. Ahora muchas de estas refinerías están paradas, así como las terminales petroleras. El mercado de la energía está en situación de emergencia.
En cuanto al efecto sobre el mercado petrolero, el meteoro castigó el corazón de la industria, forzando el cierre de campos petrolíferos, refinerías y oleoductos.
La mayor planta de refino de Estados Unidos, en Port Arthur, aún estudia parar la producción. De momento, según estimaciones de Bloomberg, Estados Unidos ha perdido capacidad de refino por 2.3 millones de barriles de petróleo diarios, provocando una fuerte subida del precio de la gasolina.