Como parte de una intervención artística, Pepx Romero se filmó besando y lamiendo piezas prehispánicas en el Museo Nacional de Antropología.
Luego subió el video a Instagram y, por supuesto, ha generado una gran polémica en las redes sociales.
La iniciativa del artista se desarrolló en el marco de su performance Proyecto Mexique, donde Romero cuestiona la venta de objetos de arqueología en subastas.
En el video que circula en las redes desde la madrugada de este miércoles 6 de abril, Pepx Romero aparece con lentes y un traje amarillo, se aproxima a las piezas arqueológicas del Museo Nacional de Antropología y, una a una, las besa y lame.
Críticas a la performance del artista Pepx Romero en el Museo Nacional de Antropología
En las redes sociales las críticas a la decisión del artista no se hicieron esperar.
A la vez, también son muchos los cuestionamientos a la seguridad del Museo, el más importante de México.
¿Dónde están los vigilantes? Se preguntan.
Entre las piezas besadas por Romero se encuentra El Luchador.
Esta escultura fue descubierta en 1933 en Santa María de Uxpanapa, y desde entonces está considerada como una de las grandes obras escultóricas de las culturas preclásicas de México, específicamente de la cultura olmeca.
Se trata de uno de los más relevantes tesoros precolombinos expuestos en el Museo Nacional de Antropología de México.
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Los argumentos de Pepx Romero
Según puede leerse en las publicaciones promocionadas por Romero a través de la cuenta de Instagram “Obrasdeartecomentadas”, las actividades del artista en el MNA “coloca a los espectadores en una posición incómoda”, ya que “están en presencia de un aparente daño (habría que discutir cuánto tanto afecta la saliva a la piedra) a ‘nuestro patrimonio’. A diferencia de las subastas de Drouot de piezas prehispánicas que son realizadas casi sin la indignación generalizada de la audiencia”.
Bolfy Cottom, antropólogo y ex responsable técnico del Instituto Nacional de Antropología e Historia (Inah), organismo del que depende el Museo en cuestión, le dijo a El Universal que le “preocupa la nula actuación de las autoridades del museo”. “¿Dónde están los custodios? Habría que prever responsabilidades que pudieran configurarse y no estar permitiendo que esto suceda”, agregó.
Desde el Inah dijeron que no existió un pedido de ingreso ni ninguna autorización para realizar esa performance.
Además, explicaron que están analizando los videos de seguridad para saber cuándo se hizo la filmación y si hubo responsabilidades de los vigilantes para decidir las acciones a seguir.
Las obras arqueológicas que el artista besó y lamió en el Museo Nacional de Antropología están catalogadas como bienes muebles en el Inah y están amparadas por la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.
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