Parece surrealismo puro mexicano, pero no, es verdad y realidad consolidada de la coyuntura de México que afecta y afectará el consumo mexicano, la forma y el fondo de cómo se comunicaran las marcas con sus clientes y el mercado de intercambios de bienes, productos y servicios. Ya nada será igual. Ya nada es igual. Todo cambia para no cambiar.

Comencemos por aclarar la tendencia de los nuevos conservadores. Todo en la vida de una sociedad es cíclico.Tal cual como una inmensa rueda de la fortuna. Lo que está abajo, en algún momento estará arriba y lo que está en plenitud, tarde o temprano bajará de forma súbita o paulatina. Las tendencias de moda son un buen ejemplo de de este proceso cultural, social, comunicativo y antropológico. Con toda seguridad, lo que estaba de moda hace 20 años, dentro de los próximos cinco años será una tendencia Pret a porter  -Listo para usarse-. Y así sucesivamente la moda y sus usos son un ciclo infinito que nunca terminará y ni se sabe dónde comienza. Esto pasa de la misma forma con las tribus urbanas, la mercadotecnia tribal, la segmentación de consumo, los perfiles de clientes y las tribus de compradores. Tanto en su personalidad, su ADN y sus mecanismos de consumo.

Desde hace 20, años antes del 2000 tal parece que ya lo hemos visto todo. En cuestión de sexualidad, drogas, consumo, innovación, productos útiles e inútiles. La forma de comprar ya es otra, la economía compartida -UBER, Cabify, AirBnB, Rappi, Amazon, por ejemplo- han cambiado la forma para siempre de qué compramos y cómo lo compramos. Y que tengan mucho cuidado los retailers tradicionales porque tan sólo las compras online en México se han incrementado en un 60 por ciento. Ya no compraremos igual que antes. Aquí estamos en el punto más alto de la rueda y quizá en algún tiempo volveremos al origen. Por lo mismo, ser conservador estará de moda, será cool, porque ser rebelde y liberal ya es una mentalidad masiva y hasta aburrida, ¿Qué importa ser gay, lesbiana, bisexual, andrógino o transexual? porque ya lo hemos visto todo en todas partes. Mejor cuéntame algo nuevo y diferente, ¿no?

Todos estos sucesos antropológicos se tele transportan de manera efectiva, ineficiente o irrelevante en la retórica de los discursos de los políticos ya sean mexicanos, latinoamericanos o en el mundo. Hoy, si eres un político conservador, eres algo novedosos. Basta decir que el presidente de Estados Unidos es todo un Neo Conservador en toda la extensión de la palabra. Donald Trump es el ícono mundial de los Neo Conservadores. Ya aquí en México, por lo pronto tenemos tres precandidatos conservadores, en diferentes estilos, personalidades y tribus.

Ricardo Anaya es un un hombre joven de 38 años, de un partido conservador que piensa, actúa, se ve, y habla como un hombre cincuentón. Que es incapaz y evade constantemente las preguntas sobre sus posturas sobre el aborto o los matrimonios del mismo sexo. Viste de una forma conservadora para su edad. Y sigue al pie de la letra el manual del Príncipe de Maquivelo. Una estrategia muy conservadora.

Por otra parte, tenemos a José Meade, otro conservador light, como un café descafeinado pero conservador al fin y al cabo. Con preparación técnica moderna y global, pero con rituales del viejo Priismo sin estar afiliado al partido. Meade habla moderno pero mesurado y contenido.

Bueno y mi consentido -Me declaro Peje zombie- es quizá el político más conservador de todos, el ser de izquierda, no implica no ser conservador. Andrés Manuel López Obrador, es un hombre de valores muy conservadores y arraigados. que quizá está haciendo la mejor comunicación de pre campaña hasta el momento. Le habla en sus videos y discursos a su target como en un tono de realismo mágico que pronto se pondrá de moda. Toca temas tanto espirituales como emocionales, mágicos, humorísticos y todo menos políticas públicas. Esto es comunicación muy conservadora.

Quizá la que lo está haciendo muy mal y da mucha lástima ajena. Es Margarita Zavala -Le ofrezco mis servicios y consultoría a sus necesidades porque le urgen- Que es ultra conservadora y quiere disfrazarse de no ser conservadora. Esto es lo peor que puede pasar, si eres un conservador, proyecta que lo eres y vive cómo eres, de lo contrario destilaras falta de autenticidad que espantara a muchos votantes.