En días pasados, Arnold Schwarzenegger emitió un extraordinario discurso, con una duración de poco más de 9 minutos, en el que expresaba su respeto y cariño a los ciudadanos rusos, y exhortaba al presidente Vladimir Putin a poner fin a la guerra con Ucrania. Al día de ayer, solamente el Twitter, el mensaje contaba más de 36 millones de reproducciones, meta difícil de lograr, más cuando se trata de un video de tal extensión.
El mensaje resulta poderosísimo por lo siguiente: el diseño del mismo, la relevancia de su contenido, sus textos, la capacidad de oratoria, empatía, sensibilidad y trayectoria del vocero, además del cariño y aceptación que ciertos sectores de la audiencia le profesan.
La historia de Arnold es fascinante. Nació en Austria en el año 1947, creció y se desarrolló con un sinnúmero carencias y un entorno de adversidad. Su padre combatió en la Segunda Guerra Mundial. Formó parte del ejército de su país. Futbolista y boxeador. Comenzó a levantar pesas en la juventud, deporte en el que cosechó grandes éxitos: Mister Junior Europa, Mister Universo, Mister Olympia. Además, es un exitoso empresario en distintos ramos: construcción, comercialización y mercado inmobiliario. Gran actor, ganador del Globo de Oro y protagonista de filmes que usualmente registraron éxitos en taquilla. Por si esto fuera poco, fue Gobernador del Estado de California, en dos periodos, Estado catalogado como el más poblado y más poderoso económicamente de los Estados Unidos, lo que lo convierte en una de las economías más importantes del mundo.
Ha demostrado solvencia en diferentes esferas en las que se ha desarrollado. Un perfil difícil de encontrar, de esencia deportista. El deporte cultiva disciplina, entusiasmo, pasión, sacrificio y resiliencia, valores que si son aplicados a otras esferas, incrementan en gran medida las posibilidades de éxito.
Trabajar de manera constante, confiar en sí mismo, no temer, ignorar a quienes no agregan valor, y tener metas, sueños y ambiciones, fueron las herramientas que Arnold utilizó para vencer los obstáculos que aparecieron en su trayectoria y cosechar el éxito en distintas facetas.
La disciplina deportiva fortalece de manera muy importante el perfil del individuo; fomentar permanentemente el alto desempeño, a través del cultivo de valores mediante la práctica deportiva, puede mejorar la productividad y el bienestar de las personas.
Poderoso mensaje, de un extraordinario perfil, fortalecido por la cultura física y el deporte.