Buenos Aires, Argentina.- El modelo exportador de la Argentina no sólo pasa por productos tradicionales, como la soja, el vino, la carne o la harina de trigo. En los últimos años, argentinos emprendedores han incursionado en el exterior con una serie de servicios “poco convencionales” para lo que suele ser el mercado exportador. En esto, las acciones de marketing y la contratación de agencias de publicidad locales fueron vitales.
Otra novedad es que son exportaciones hacia destinos también poco frecuentes en la lista de países que, históricamente, han sido compradores de productos argentinos. Estos servicios no se exportan a España, Brasil y Estados Unidos, sino a países asiáticos y africanos con bajos niveles de desarrollo, como Nepal, Sri Lanka, Marruecos o Mozambique.
“En todo el mundo competimos contra marcas norteamericanas y australianas, pero a diferencia de lo que podría pensarse, la Argentina tiene una muy buena imagen en todo Asia y Oceanía en materia de fitness”, indicó Nathaniel Leivas, el dueño de Radical Fitness, la empresa que brinda servicios de gimnasio y que tiene sucursales en países como Egipto, Marruecos, El Líbano, Siria, India, Sri Lanka y Taiwán.
Para Alan Packer, un argentino socio de los lavaderos de autos ProntoWash, “después llegar a Mozambique la idea es expandirse a otros mercados africanos, como Ghana y Nigeria”. Según el comerciante, una de las ventajas a la hora de convencer a potenciales socios africanos es que es más fácil “hacerles entender que entendemos más la realidad de su país que una franquicia norteamericana o europea”, explicó. La firma está presente en 400 puntos de venta de servicios en algunos destinos exóticos como Iraq, Irán, Kuwait, Marruecos, Eslovaquia, Corea del Sur y Argelia.
Otro generador de negocios en el exterior es el fútbol argentino. “Por más que nosotros veamos que el campeonato de fútbol local no está pasando un gran momento, afuera siguen teniendo una imagen positiva”, argumenta Gerardo Saporosi, presidente de la consultora Franchising Group al explicar el crecimiento de la franquicia de El Potrero, una cadena de escuelas de fútbol que tiene una gran promoción y grandes negocios en Venezuela, Colombia y Ecuador.