La liberación de las importaciones que activó el presidente Mauricio Macri es una de las bases de economía exterior argentina. La otra es la de acordar nuevos tratados de libre comercio con países o grupos de países.
En este sentido, Chile, con quien Argentina comparte casi 7 mil kilómetros de frontera, es uno de los países con quien sería más fácil intercambiar bienes y servicios sin trabas aduaneras.
Por eso es clave la serie de reuniones que el primer mandatario argentino sostendrá este martes en Santiago con la presidenta chilena Michelle Bachelet y una buena parte de los líderes empresarios de la industria y el comercio de ese país.
“Buscará avanzar hacia un acuerdo de liberalización del comercio que, según consideran en el Ejecutivo argentino, le permitiría a Argentina tener un acceso más fácil a terceros mercados, especialmente en Asia-Pacífico”, analiza El Economista.
Chile es un viejo conocedor del libre mercado externo: tiene 26 acuerdos comerciales con 64 mercados distintos, los que representan el 64% de la población mundial y el 86% del producto bruto global. Desde 2011, el principal su socio es China, que representa el 26% del intercambio chileno con el mundo, según datos de 2016.
Un TLC con Chile “no demorará más de tres meses”, estiman los especialistas. Ya hubo una serie de reuniones a comienzos de junio en Buenos Aires, habrá otras ahora en Santiago y está previsto un nuevo encuentro en agosto (entre el 16 y el 18), indicó la Cancillería argentina en un comunicado.
El embajador de Chile en Buenos Aires, Antonio Viera Gallo, dijo que el acuerdo de libre comercio con la Argentina “va a incluir un amplio listado de temas como servicios, telecomunicaciones, comercio electrónico, regulación de compras públicas, facilitación para que no haya barreras paranacelarias y comprende también temas para las pymes y algunas normas laborales y medioambientales”, publicó Infobae.