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El Gobierno de Argentina controlará la venta de dólares a particulares y el envío de dividas de las empresas al exterior
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La crisis se profundizó y está perdiendo reservas, lo que complica aún más el pago de su deuda externa
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Se esperan grandes cantidad de personas en los bancos este lunes
La crisis que comenzó siendo cambiaria en 2018 se convirtió en económica con el paso de los meses para transformarse, ahora, en política y social.
La reelección, que promediando el gobierno del empresario Mauricio Macri parecía un hecho, ahora se ha vuelto una misión imposible luego de la debacle de todos los números de la economía argentina, que derivó en una dura derrota electoral en las primarias del pasado 11 de agosto.
En este marco de inflación (+52% interanual), recesión (cuatros trimestres de caída), aumento del dólar (se triplicó en 20 meses) y suba del desempleo (+11%) y de la pobreza (+32%), este fin de semana el Ministerio de Hacienda lanzó un nuevo plan de medidas económicas, el tercero luego de las primarias.
En este caso, se trata de normas para evitar la fuga de capitales, situación que está comenzando a comprometer las reservas del país que está en una crisis espiralada que no parece tener final.
Las elecciones generales son recién el 27 de octubre. En las primarias, el candidato más votado por Alberto Fernández (47%), que aventajó por 15 puntos a Macri (32%).
Por decreto
Con un decreto de necesidad y urgencia (DNU), que es la forma que tiene el Ejecutivo argentino de evitar el Congreso Nacional, el Gobierno impuso este domingo 1 de septiembre una serie de controles de compra de divisas para evitar la fuga de capitales luego de que el peso perdiera más de una cuarta parte de su valor desde las primarias.
En paralelo, el Banco Central le exigirá a los exportadores que vendan en el país los dólares producto de las ganancias de las ventas en el extranjero, mientras que todas las compañías (incluidos los bancos), ahora deben solicitar autorización al Gobierno para transferir dólares a sus casas matrices fuera del país.
Todo esto porque el Estado perdió US$ 12.000 millones de reservas desde las primarias, US$ 3.000 millones sólo entre el jueves y el viernes de la semana pasada.
Para los ahorristas particulares, la compra de dólares se restringe hasta un tope de US$ 10.000 por mes, mientras que las compañías no pueden adquirir moneda extranjera para atesorar.
Además, permitirán pagar impuestos con letras y bonos emitidos por el Tesoro.
La medida es la tercera de emergencia en pocos días. El miércoles, se anunció que Argentina buscará diferir los pagos de la deuda de US$ 101 mil millones, por lo que la agencia de calificación Standard & Poor’s clasificó al país en un default “selectivo”. También Moody’s puso en duda la capacidad de pago de Argentina.
Con esta decisión, el Gobierno revierte uno de los pocos logros del presidente Macri, quien, poco después de tomar el poder en diciembre de 2015, eliminó los controles de capital que se habían implementado desde 2011.
“Dados los diversos factores que afectaron la evolución de la economía argentina y la incertidumbre causada en los mercados financieros, el Gobierno consideró necesario adoptar una serie de medidas extraordinarias destinadas a asegurar el funcionamiento normal de la economía, mantener el nivel de la actividad económica y empleo, y para proteger a los consumidores “, dice el comunicado oficial publicado sorpresivamente un día domingo.
Al Gobierno dijo que no se restringe el retiro de dólares ni de pesos de las cuentas bancarias, y que no existen barreras para las restricciones comerciales o de viaje.
Muchos analistas temen que la medida pueda poner en peligro el último desembolso del FMI de su programa de rescate de US$ 57.000 millones acordado durante la crisis el año pasado. Un tramo de US$ 5.400 millones vence a fines de septiembre.
El FMI dijo en un comunicado que está analizando detalles de las últimas medidas. “Hoy, las autoridades argentinas anunciaron medidas con el objetivo de proteger la estabilidad del tipo de cambio. Estamos en estrecho contacto. Seguiremos apoyando a la Argentina durante estos tiempos difíciles”, dice el texto publicado por el Financial Times.