Desde comienzos de marzo, había una gran preocupación en los sectores industriales argentinos. Es que el país no había sido incluido en las excepciones a las barreras arancelarías que Donald Trump había decidido imponer a las importaciones acero y aluminio.
Si bien el volumen de transacciones de estos materiales no son comparables con los de otros países, las exportaciones argentinas hacia Estados Unidos estaban creciendo e manera importante. En 2017 fueron US$ 727 millones, un 69% más que 2016, según datos del economista Martín Alfie.
La novedad es positiva para Argentina y Brasil, ya que estarán exentos de los nuevos aranceles, según anunció este jueves el representante de Comercio estadounidense, Robert lighthizer, ante un comité del Senado norteamericano.
El gobierno argentino llevaba 15 días negociando la posibilidad de sumar al país a la lista de “no arancelados”, junto a México y Canadá. Incluso el propio presidente, Mauricio Macri, se había comunicado con su par estadounidense.
La medida es una suspensión, no un retiro de la imposición de aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio. Ahora comenzará un período de negociaciones para la exclusión total de esta medida.
Qué países se benefician
Argentina, Brasil, la Unión Europea, Australia y Corea del Sur se suman a México y Canadá. Trump decidió “pausar la imposición de las tarifas con respecto a esos países; tenemos los dos países del TLCAN, tenemos a Europa, Australia, Argentina, Brasil y, obviamente Corea”, dijo el representante de Comercio.
El mayor perjudicado es China, país al que Trump también incluyó en un paquete de medidas más amplias con las que pretende mejorar la protección de los derechos de propiedad intelectual de productores estadounidenses.
El paquete de aranceles y otras medidas punitivas alcanzan los US$ 50.000 millones. ¿Cómo reaccionará China? Por ahora es una incógnita.