Con la información oficial de diciembre difundida por el organismo de estadísticas argentino (Indec), se confirmó lo que las consultoras privadas ya habían advertido: la inflación del año 2018 fue 47,6%, la más alta en casi 30 años.
Así es, desde 1991, cuando la suba de precios acumuló un 84%, que no se daba en el país un incremento de tal magnitud.
Incluso en la grave crisis de 2001/2002, cuando el valor del dólar se multiplicó por tres en unos pocos días, la inflación no había trepado tanto.
Hubo en el siglo 21 años inflacionarios en Argentina, pero ni 2014 ni 2016, dos años particularmente calientes, superaron el 41% anual.
De esta forma, en los tres años del gobierno de Mauricio Macri, la suba de precios en Argentina alcanza el 159,5% (40,9% en 2016, 28,8% en 2017 y 46,7% en 2018).
inflación.
2016 40,9
2017 24,8
2018 47,6 acumulado: 159,5 por ciento— Ismael Bermudez (@IsmaelBermudez1) 16 de enero de 2019
A las causas de la alta inflación hay que buscarlas en el tipo de cambio. El valor del dólar se duplicó (+105%) en 2018, lo que les dio una inercia insostenible a los precios internos a pesar de los esfuerzos oficiales por contenerlos.
Los directamente vinculados con la moneda estadounidense, “copiaron” la suba del dólar y multiplicaron por dos su valor.
Los otros, aquellos en los que el billete verde tiene una incidencia menor (o nula), también subieron en un contexto de remarcación de precios que el Gobierno no pudo frenar.
En el medio, debido a la crisis (que comenzó siendo financiera y terminó siendo económica), el Gobierno pidió un rescate el Fondo Monetario Internacional (FMI) para poder evitar que el dólar siguiera trepando. En total, el FMI le prestará a la Argentina 57.000 millones de dólares, un monto cuyas devoluciones condicionan los años venideros, toda vez que el pago de los intereses y del capital representan cada vez más del Producto Interno Bruto del país.
Esto, en un contexto de caída de la actividad que no se veía en años. En el último trimestre del 2018 el PIB se estima caerá al menos 4% y por tercer periodo consecutivo, evidenciando que el país entró en un severo proceso recesivo que, combinado con una alta inflación, no generan optimismo, todo lo contrario.
En paralelo, el consumo interno está por el piso y todas las apuestas están posadas en una buena cosecha de trigo, soya y maíz.
Elecciones
En 2019 serán las elecciones generales en Argentina. Serán en octubre y todo hace suponer que habrá segunda vuelta. No han sido designados los candidatos, pero todo indica que el propio Macri estará buscando su reelección y Cristina Fernández de Kirchner (hoy senadora) tratará de volver al poder.
Son los dos referentes nacionales que más intención de voto tienen, pero también ambos suman un buen porcentaje de rechazo.
Las perspectivas para 2019 no son buenas, el propio Banco Central reconoció que la inflación de este año no será menor al 30% y el Banco Mundial prevé que la Argentina tenga una caída del PIB del 1,7%.