La realidad económica argentina es alarmante y los mercados lo saben. Por eso, estarán atentos a esto a lo que pase este martes, cuando el ministro de Economía –Nicolás Dujovne– se reúna en Washington con los representantes del Fondo Monetario Internacional.
El enviado del presidente Mauricio Macri irá a pedir un adelanto de los desembolsos por un total de US$ 50.000 millones de dólares que ya han sido acordados, pero que iba a ser entregados en un plan de pagos entre este año y 2021.
Sin embargo, en los últimos meses, cuando la moneda argentina comenzó un feroz proceso devaluatorio, todo se aceleró y el país necesita de dinero urgente para equilibrar sus cuentas.
El lunes, al mismo tiempo que anunciaba un plan de austeridad que incluye el recorte de una decena de ministerios (entre ellos, el de Salud), Macri reconoció en un discurso transmitido por TV que la situación es “de emergencia” y la atribuyó a causas ajenas a su Gobierno, que ya está por terminar su tercer año.
Tratando de llevar tranquilidad, pero tenso, dijo que se llegó a esta situación por un conjunto de factores como la peor sequía en medio siglo, las malas políticas del gobierno anterior, el aumento del precio internacional del petróleo, las tasas de interés en los Estados Unidos y la guerra comercial entre China y Donald Trump.
Admitió que la pobreza va a aumentar y que desde ahora hasta que termine su mandato el objetivo (el único que se trazó) es lograr el “déficit cero”, es decir, que los ingresos se equiparen, al menos, con los gastos, descontando el pago de la deuda externa.
Además de eliminar ministerios, anunció un nuevo esquema de aranceles a las exportaciones de materia prima y productos manufacturados, y el freno de gran parte de toda la obra pública, entre otras medidas económicas tendientes al objetivo de equilibrar las cuentas en 2019.
“Es un fracaso que en 70 años no podamos resolver nuestro equilibrio fiscal y que esto nos haya hecho convivir la misma cantidad de años con la inflación”, dijo Macri.
Números que colapsan
El Gobierno reconoció que la inflación será este año la más elevada en años: al menos del 42 por ciento, según consta en una presentación que el propio Ministerio de Economía entregó este lunes a los inversores.
En lo que va de 2018, el valor de la monera estadounidense se duplicó, al mismo tiempo que el Banco Central debió vender reservas y elevó la tasa de interés hasta el 60 por ciento para poder contenerlo, sin éxito.
Este martes, Dujovne buscará poner fin a las especulaciones de que la Argentina caerá en default. Y, por el otro, a conseguir los dólares necesarios para intervenir en el mercado cambiario para estabilizar la moneda, que el lunes volvió a depreciarse respecto del viernes.
El acuerdo firmado a mediados de junio le impuso a la Argentina un severo límite de intervención para sostener con la venta de dólares de reservas el tipo de cambio. Sin embargo, comenzó a utilizarlas ante las tensiones y la duda de los financistas de que el Gobierno podría cumplir con los vencimientos de deuda del año que viene.
