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Arabia Saudita, a través de Saudi Aramco, anunció que aumentará más de un 25% la producción de petróleo
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Rusia contraatacó con 500 mil barriles diarios más
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La guerra del crudo cambia el escenario económico mundial para 2020
Arabia Saudita, a través de Saudi Aramco, la compañía petrolera estatal del reino, decidió intensificar su guerra de precios con Rusia y anunció que ofrecerá al mercado un récord de 12,3 millones de barriles por día en abril, un aumento masivo e inédito con la idea de mantener en el piso el precio y liquidar a sus competencias.
El incremento adelantado, más de un 25% por encima de lo que produjo en los últimos 30 días, coloca a Aramco más allá de su capacidad máxima, lo que indica, según Bloomberg, que comenzará a utilizar millones de barriles de crudo que tiene almacenados estratégicamente.
En febrero, Arabia Saudita produjo 9,7 millones de barriles por día.
La decisión de Arabia es parte de lo que parece será una larga guerra de precios con Rusia. El fin de semana los valores del petróleo de referencia (Brent y WTI) cayeron más del 20%, el mayor retroceso en un sólo día desde la Guerra del Golfo, generando un caos en los mercados mundiales.
Para peor, en un escenario que ya estaba en pánico por el avance del coronavirus.
Moscú respondió inmediatamente y, a través de su ministro de Energía, dijo que el país de Vladimir Putin aumentará la producción en 500.000 barriles por día, elevándola a 11,8 millones de barriles por día.
Riad tiene reservas de crudo sin refinar en la península arábiga y en varios puntos cerca de los centros de consumo, como en Rotterdam, Okinawa y Egipto. Rusia, por el contrario, no tiene reservas estratégicas almacenadas.
El mercado del petróleo siempre ha estado regulado de hecho. Durante la primera parte del siglo 20, Estados Unidos establecía cuotas de producción para sus compañías petroleras. Luego, fue la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) la que actuó como un cartel al subir la producción en momentos de escasez y bajarla cuando descendió la demanda y, así, mantener los precios a voluntad.
Ahora, luego de la pelea del fin de semana entre Arabia y Rusia al no ponerse de acuerdo en un recorte en la producción a partir de la caída en la demanda por el coronavirus, todo se desbalanceó.
Según la Agencia Internacional de Energía, la demanda mundial de petróleo se contraerá este año por primera vez desde la crisis financiera mundial en 2009.
Esto, mientras Rusia y Aramco inundan de petróleo el mercado, puede ser letal para el resto de los países productores. En especial, para aquellos que tiene costos de extracción altos y que con un barril a 30 dólares no podrían sostener sus estructuras.
Estados Unidos es uno de los más preocupados porque las mayores reservas que tiene son de shale oil, petróleo no convencional cuya extracción es muy costosa en comparación con el crudo habitual. El propio Departamento de Energía denunció este lunes en un comunicado “intentos de manipular y conmocionar a los mercados petroleros”.
Argentina es otro de los que se verá perjudicada porque también depende a futuro del shale oil en su yacimiento de “Vaca Muerta”, considerado como la “nueva soya” debajo de la tierra.
Petróleo, Rusia, Arabia y explicación
Así explica muy claramente Iván Schargrodsky en su newsletter de Cenital lo qué pasó con el petróleo: “El precio del petróleo viene cayendo desde fines del año pasado debido a la menor demanda por el freno económico mundial que provocó la irrupción del Covid-19. Frente a esto, las naciones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo decidieron recortar su producción con el objetivo de contrarrestar la mencionada caída en los precios y buscaban que los otros países petroleros que no son parte del grupo, especialmente Rusia –que es uno de los principales exportadores a nivel mundial– hicieran lo propio. Rusia se negó y luego del fracaso de las negociaciones, Arabia Saudita tomó la decisión de aumentar su producción y recortar los precios para debilitar la posición soviética en Europa. La baja de precios golpea particularmente a medianas empresas estadounidenses que se endeudaron mucho para poder crecer; el rechazo de Rusia a las demandas saudíes tiene que ver, según medios locales, a que eso hubiera sido compensado por un aumento del market share del shale oil americano”.