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Responde con sabiduría y trabaja tu inteligencia emocional para evitar alteraciones.
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Trata de entender su punto de vista en la medida de lo posible.
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No te quejes con otros departamentos o compañeros si no es necesario.
Una convivencia armónica en sociedad puede llegar a ser algo muy complicado. Estamos siempre atados, de alguna manera u otra, a los demás y sus distintos puntos de vista. Tarde o temprano, esto generará algún conflicto. Pero hay de problemas a problemas. No faltará el momento en que esto se pueda convertir en algo sistemático y será más difícil cuando se trata de personas con las que tienes que lidiar en todo momento. Interactuar con compañeros difíciles en el trabajo puede llegar a hacer de tus actividades algo muy pesado. Es importante aprender a identificar las situaciones para sobrellevarlo de la mejor manera. Para ello debes controlar tus impulsos, tener la mente clara y no dejar que escale a algo mucho más grande de lo que es.
Cada quien tiene sus respectivas necesidades y hay personas con las que simplemente nunca nos podremos llevar bien. ¿Qué hacer si son compañeros con los que tenemos que lidiar todos los días en la oficina? Primero que nada, entiende que no estás solo, ni en un callejón sin salida. La empresa se conforma de distintos elementos y debe estar preparada para atender todos los puntos y obstáculos. Fomentar una relación armónica en el trabajo puede ser una misión llena de muchos matices, pero, así como en la sociedad, podemos aprender a vernos desde todos los ángulos para encontrar una buena salida. Los siguientes consejos te ayudarán con lo que algunos llaman “compañeros tóxicos”.
Manejar tus emociones
Lo primero es que respires. El enojo y la desesperación pueden estar hirviendo en tu interior al momento de enfrentarte a algún compañero especialmente conflictivo. Responde con sabiduría y trabaja tu inteligencia emocional para evitar alteraciones.
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¿Problemas personales?
Muchos te dirán: “no te lo tomes personal”. Pero, ¿deberías hacerlo? Hay que entender que los humanos podemos llegar a formar rencores infundados por diversas razones, así que tal vez deberías hablar con ese compañero, para saber si tiene algún problema en particular contigo y cómo pueden solucionarlo.
Trabaja la empatía
Al recordar que todos somos iguales por dentro, puedes tener una visión más amplia de todo lo que ocurre en tu oficina. ¿Quién es esa persona conflictiva y por qué actúa de esa manera? Trata de entender su punto de vista en la medida de lo posible, sobre todo porque hay aspectos de su vida personal que nunca sabrás, pues todos cargamos con un peso.
No busques venganza
De nada sirve que respondas a ese compañero de la misma manera o con afán de regresarle lo que te da. Tal vez es bueno entender ese concepto cristiano de “ofrecer la otra mejilla”, pues combatir fuego con fuego, en realidad, no servirá de mucho, al contrario.
No lo hagas más grave
Se recomienda no hablar de más para no hacer el problema más grande. No te quejes con otros departamentos o compañeros si no es necesario. No inicies rumores que luego se pueden convertir en una reacción en cadena que, como se explica en el punto anterior, puede empeorar todo.