Es una lástima que se perciba al Buen Fin como una oportunidad para hacer compras a meses sin intereses, cuando su creación fue pensada para incentivar el consumo. A diferencia del Black Friday que sí ofrece productos a precios preferenciales, el mercado mexicano infla sus tarifas alrededor de un un 2.5% antes de la fecha, para ofrecer descuentos “vistosos”. Los verdaderos beneficiarios terminan siendo las instituciones bancarias, en lugar de los establecimientos.
Lo más vendido en el Buen Fin son electrodomésticos, si tienes pensado aprovechar la fecha debes monitorear los precios semanas antes, también compara ofertas en diferentes establecimientos, incluyendo las tiendas virtuales. Ten mucho cuidado con las promociones sumadas, esas que dicen 20% + 15%, porque no son igual al 35%, es decir, tienes un 20% por el ticket inicial y luego un 15% sobre el descontado, algunas marcas aprovechan estos trucos para la percepción de un mejor descuento.
Por último, para mantener unas finanzas personales sanas, te recomiendo pensar en no comprometer tu línea de crédito por más del 35% de tu ingreso. Antes de pensar en un programa a meses, es mejor idea comprar al contado sin comprometer el flujo. Las estadísticas indican que los descuentos para el Buen Fin no excedan de un 39%.
Como consumidor el Buen Fin es una oportunidad para resolver necesidades más que lujos, considerando que todo el año olvidamos invertir en rubros como salud o previsión, recomiendo aprovechar los descuentos para adquirir servicios médicos, realizar mantenimientos automovilísticos o comprar seguros. Ten en mente que cualquiera de estos conceptos hará que tu siguiente año se sienta más resuelto.
¿Qué ofrecer si tengo un establecimiento?
Para quienes operan negocios pequeños, debes ver al Buen Fin como una oportunidad para ofrecer valor a tu cliente. Evita ser como los demás, puedes hacer la diferencia otorgando ofertas que sí den un beneficio, además de atraer consumidores nuevos. Analiza tu catálogo de productos creando promociones con dos objetivos: incrementar el consumo de artículos regulares o liberar tu inventario de productos premium con precios atractivos. En el primer caso se incrementa el ticket por cliente otorgando descuentos en la compra de un segundo artículo. En el segundo, te liberas de inventario.
En resumen, hagamos más Black Friday y menos Buen Fin, que sea una oportunidad real para mover la circulación de flujo de efectivo, una ayuda para liberarse del inventario parado, o la oportunidad de empezar el año con ventas concretadas. ¡Hasta el próximo martes!