- El mandatario estadounidense ha determinado frenar las prácticas monopólicas de algunas empresas tecnológicas, por lo que ha emitido una orden ejecutiva que las pone en jaque.
- Joe Biden materializará sus esfuerzos antimonopolio con una orden ejecutiva que busca evitar la competencia desleal entre tecnológicas.
- La acción provocará que el gobierno federal establezca nuevas regulaciones en todo, desde el servicio de Internet hasta las tarifas de equipaje de las aerolíneas.
Joe Biden sigue su marcha implementando políticas que mejoren las condiciones para su gobierno, por ello no es de extrañar que aborde un tema que ha estado en el tintero por largo tiempo, el alcance de los monopolios y su poder. Toda vez que esta década está marcada por las medidas legislativas e investigaciones contra las empresas tecnológicas dentro del rubro “Big Tech”. Un reciente reporte del New York Times señala que el presidente Joe Biden anunciará una serie de medidas que fortalecerán a las agencias federales en su rol de regulación frente a compañías como Facebook, Amazon, Apple y Google que continúan creciendo mediante agresivas fusiones y accediendo a datos de millones de usuarios con estas operaciones.
De acuerdo con NYT, un grupo de medidas dentro de esta orden ejecutiva por promulgar apunta a fortalecer el rol de las agencias federales que evalúan los procesos de fusión entre compañías, una práctica casi normalizada en el sector tecnológico y que suele involucrar transacciones de miles de millones de dólares.
La orden ejecutiva incluye a más de 72 iniciativas y recomendaciones que involucran a más de una docena de agencias federales. Estas tienen como objetivo “abordar rápidamente algunos de los problemas de competencia” que padece la economía estadounidense y así “brindar mejoras concretas en la vida de las personas”.
El marco de acción del decreto antimonopolio es amplio, pero en el caso del sector de las Big Tech, se centra en tres principales columnas. Una de ellas tiene que ver con el “mayor escrutinio de las fusiones” de compañías. La Casa Blanca quiere poner especial atención a la adquisición de competidores emergentes.
En los últimos años, representantes republicanos y demócratas han demostrado su preocupación respecto al descontrol con el que megacorporaciones adquieren compañías pequeñas o utilizan datos de usuarios como recursos propios para adelantar a la competencia en el comercio electrónico, la publicidad programática, el desarrollo de aplicaciones y el posicionamiento de herramientas “in-house.
Otro punto dirige esfuerzos en materia de datos. La orden presidencial buscará potenciar a las agencias de control para que puedan limitar la manera en que las “Big Tech” usan los datos de los consumidores para posicionar sus propias soluciones y bloquear a la competencia.
No sólo va por los monopolios tecnológicos sino por muchos más sectores
Per va más allá, la orden ejecutiva diseñada para promover la competencia en las industrias estadounidenses y en el mercado laboral, pidiendo a los reguladores que tomen medidas para reducir los precios de los medicamentos, endurecer la fiscalización de las fusiones en tecnología y banca, y dar a los trabajadores más poder para cambiar de trabajo y negociar salarios.
La acción provocará que el gobierno federal establezca nuevas regulaciones en todo, desde el servicio de Internet hasta las tarifas de equipaje de las aerolíneas, según una hoja informativa.
La directiva busca abordar el fuerte aumento en la consolidación de industrias durante las últimas dos décadas, lo que ha generado preocupaciones de que las empresas más grandes estén ahogando la competencia y la innovación. En ninguna parte esa preocupación es más inmediata que en el sector de la tecnología, donde un puñado de empresas se encuentran entre las más valiosas del mundo.
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