Apple recurrió a naranjas y estambre como parte de la estrategia creativa en su campaña de lanzamiento, para el nuevo Apple Watch en colaboración con la marca de lujo Hermès.

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Esta campaña marca la permanencia en la colaboración de Apple con Hermès, ahora consiste en el lanzamiento de modelos con más variedad en las correas de piel con la que cuentan, pues recordemos que Hermès es una marca de lujo que ha basado su reputación en los productos de piel que vende a un alto costo.

Si bien el precio no es una limitante en la adquisición de productos de tecnología y lujo para un mercado de early adopters o innovators, Apple parece no querer que se asocie su marca con la idea de “costoso” en su reciente colaboración con Hermès.

Prueba de lo anterior ocurre en un momento en que la compañía pasó de tener un 63 por ciento de participación en las ventas del mercado de smartwatch en diciembre de 2015 a sólo alcanzar un 52.4 por ciento de estas ventas en el primer trimestre de este año, según Strategy Analytics.

Para una marca que basa su éxito en las ventas alcanzadas, la nueva campaña con la que promueve su reloj se alejó de las pretensiones que encuentra el lujo para promocionarse y recurrió a naranjas y estambre como parte de su estrategia creativa para promocionar el concepto wearable de su dispositivo basado en la libertad que proporciona a las manos el operar este dispositivo.

El mercado de lujo está cada vez más interesado en lograr implementar la tecnología en sus productos, como estrategia de mercadotecnia que les permite encontrar una funcionalidad a su reputación, generalmente basada en la artesanía, materiales exclusivos e historia.

Debido a lo anterior el mercado de lujo y la colaboración con las marcas tecnológicas están motivando no sólo asociaciones, sino que ahora están interesadas en desarrollar productos que atiendan la usabilidad que demanda el consumidor, quien no pierde el ánimo de apostar por los productos o servicios que faciliten su día a día.