Apple se ha negado abiertamente a instalar puertas traseras o a desencriptar la información de los dispositivos que comercializan, sea cual sea el motivo, incluso cuando el dueño del dispositivo sea un criminal, esto como seguimiento de una filosofía centrada en el respeto a la privacidad de los consumidores.
Ahora la controversia ha revivido después de que el gobierno de Estados Unidos solicitara a Apple desencriptar un iPhone 5c propiedad de Syed Rizwan Farook, uno de los autores de la masacre en San Bernardino.
Fiscales Federales han puesto en marcha una orden que obligaría a Apple a colaborar en la desencriptación del dispositivo, en el cual se especula, podría existir información que vincula a los atacantes de San Bernardino con grupos extremistas simpatizantes del Estado Islámico.
Los gobiernos de distintas partes del mundo han buscado en repetidas ocasiones hacer que los fabricantes de dispositivos móviles instalen puertas traseras con fines de espionaje, esto con resultados distintos de acuerdo con la región, sin embargo, en gran parte de los territorios donde ha surgido esta controversia, la opinión general se enfoca en contra de tales medidas.
Tim Cook ha publicado una carta abierta a los consumidores en la cual reafirma su compromiso para proteger la privacidad de sus consumidores: