Desde el 23 de diciembre, la aplicación del diario estadounidense The New York Times fue retirada de la tienda virtual de Apple en China.
De acuerdo con la compañía de tecnología, la decisión fue tomada debido a las denuncias hechas por la Administración del Ciberespacio china, quien acusó que esta app no cumplía con las normativas del país asiático.
El diario presentaba versiones en mandarín e inglés de sus contenidos, aunque muchos de ellos no podían ser vistos por los usuarios en China desde hace meses, de acuerdo con Carolyn Wu, portavoz de Apple en ese país (AFP, Reuters).
En un artículo publicado por el diario estadounidense, se denuncia que esta persecución data de 2012, año en el cual ese medio denunció la fortuna acumulada por la familia del entonces primer ministro, Wen Jiabao.
De hecho, poco después de la publicación de esa información, la página web del diario fue bloqueada por el gobierno de Pekín (Reuters, El País).
“La petición de las autoridades chinas de retirar nuestras aplicaciones es parte de su intento más amplio de evitar que los lectores en China accedan a cobertura informativa independiente de The New York Times en ese país”, comentó la portavoz del diario, Eileen Murphy (Reuters, El País).
China mantiene un férreo control sobre la cobertura noticiosa de los medios de comunicación internos. Según el Comité para la Protección de Periodistas, 44 informadores se encuentran encarcelados en esa nación, la mayor cifra en todo el mundo.
Geng Shuang, portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino, afirmó que las autoridades buscan fomentar la penetración del internet en su país, aunque dentro de las directrices y reglas que existen en China (AFP).
Asimismo, medios de comunicación de todo el mundo, e incluso redes sociales como Twitter y Facebook son parte de los sitios censurados por el gobierno chino.
Facebook, por ejemplo, puso a prueba desde el año pasado un software que controla el tipo de publicaciones que aparecen en la newsfeed de sus usuarios a partir de su ubicación geográfica.
Como sustitutos, las autoridades han creado marcas como Weibo, híbrido entre Facebook y Twitter que en 2014 contaba con casi 144 millones de usuarios (El País).
La presencia de medios internacionales y redes sociales está acotada, ya que muchos de ellos sólo pueden ser consultados mediante “redes privadas virtuales”, las cuales permiten conectarse a la red desde servidores ubicados en el extranjero (El País).