Este miércoles, la audiencia antimonopolio de Estados Unidos, convocó a los CEO’s de Apple, Amazon, Google y Facebook para que testificarán sobre el rol preponderante que juegan dentro de la economía digital.
Esta reunión cobra especial sentido si consideramos que para las autoridades reguladoras de la Unión Americana estas compañías tendrían un rol vital para la recuperación económica una vez que se supere la emergencia de salud.
David Cicilliine, presidente del panel antimonopolio del Comité Judicial de la Cámara, señaló que el conjunto de compañías citadas, mejor conocido como GAFA, serena vitales para el sistema económico estadounidense en los meses siguientes, por lo que es fundamental seguir sus movimientos y posición de cerca para que en el futuro inmediato “no se impida el desarrollo del ecosistema emprendedor y de innovación que ha caracterizado al país”.
“Cada empresa tiene un embotellamiento de distribución, tienen cómo explotar el poder tecnológico, cobrar tarifas altas y extraer contratos valiosos de quienes dependen de ellos. Usan su control para vigilar otras empresas y determinar si pueden ser un obstáculo competitivo; abusan de su control tecnológico para extender su poder. Su predominio mata pequeños negocios e impide el emprendimiento. Tengo la confianza que conocer sus actividades y solucionar estos problemas llevará a una economía mejor”, señaló Cicilliine.
Lo que supone GAFA
Las preocupaciones no son menores ni tampoco son nuevas. Desde hace ya varios años, se advertía del dominio de estas empresas.
eMarketer pronosticaba que Google y Facebook dominarían el 51.6 por ciento de la publicidad digital al cierre de 2017. En cuanto a Amazon, aunque hasta ahora controla el 1.3 por ciento del mercado publicitario a nivel global, su posición única como líder de e-commerce, prestador de servicios cloud IaaS y desarrollador de hardware, le permitirá en años venideros -y no tan lejanos- tomar un rol muy interesante como intermediario entre marcas y consumidores finales, situación que comparte con Apple cuando hablamos de una de las empresas cuya oferta comercial crece en demanda al tiempo que su acervo de datos también lo hace.
Su nivel poder es reconocido no sólo por las autoridades. El consumidor reconoce que el dominio es innegable.
Proyecciones entregadas por Statista, indican que el 31 por ciento de las personas indican que las organizaciones que constituyen GAFA tienen demasiada influencia en la sociedad, al tiempo que el 55 por ciento considera que se han convertido en una parte integral de la estructura social. De hecho, 22 por ciento de la personas se dice obligada a entregar información personal a estas empresas.
Apple no es dominante…según su CEO
Lo cierto es que aunque estas cifras parecen contundentes, para el CEO de Apple, Tim Cook, la empresa que dirigida no entrega del todo en la categoría de dominante.
En su oportunidad Cook aclaró que Apple no puede ser considerada como dominante ya que la participación que ocupa en todos los segmentos en los que participa no es preponderante sobre la de sus competidores.
En su declaración el CEO de Apple aseguró: “Sabemos que los clientes tienen muchas opciones y que nuestros productos enfrentan una competencia feroz. Empresas como Samsung, LG, Huawei, Google han creado negocios exitosos con diferentes enfoques. Estamos de acuerdo con eso. Nuestro objetivo es el mejor, no el más. De hecho, no tenemos una participación dominante en ningún mercado o categoría de producto donde hacemos negocios”.
La realidad es que esto podría ser cierto. Basta con reconocer lo que sucede en el terreno de los smartphones, mercado en el que Apple ha pisado fuerte.
Según cifras de Counterpoint, hasta mayo pasado, Huawei se ha quedaba con una participación del mercado de 19.7 por ciento, Samsung haría lo propio de 19.6 por ciento, mientras que Apple se ubicaría en la tercera posición con 13 por ciento, cifra evidentemente menor que la de sus competidores más cercanos. No obstante, Apple se mantiene como referente del sector.
Para Apple no dominar ningún mercado puede ser benéfico en el sentido en el que podría tener mayor campo de acción para seguir creciendo en diversos mercados, en donde a pesar del tamaño y fortaleza de la marca, nunca será visto como un jugador que, cuando menos en teoría pone en riesgo la competencia del mercado.
Si bien lo dicho por Cook puede tener sentido y, hasta cierto punto ser cierto, la realidad es que el simple hecho de no reconocer el dominio que tiene su empresa pone en riesgo la competitividad en el mercado, situación que al final deja en una posición de desventaja al consumidor.
La razón no es otra, más que la reducción de opciones en el mercado para satisfacer sus necesidades.