Esta semana Apple presentó el iPhone 8 y iPhone X, algo que llamó mucho la atención de los usuarios y de los medios de comunicación, pero la Keynote celebrada en el Steve Jobs Theater también tenía otras sorpresas, una de la que no dio tiempo hablar fueron algunas novedades del nuevo macOS High Sierra, mismas que hicieron enfurecer a varios grupos de publicidad y marketing.
Ya conocíamos que macOS High Sierra llegaría, fue presentado en junio pasado durante la Worldwide Developers Conference (WWDC), y se anticipó que entre sus mejoras destaca que es más rápido, más seguro y ayudará a las aplicaciones a utilizar menos espacio que en versiones anteriores.
Pero, una de las novedades del sistema operativo que llegará este otoño, el 25 de septiembre, para ser más precisos, es que trae una actualización en la administración de las cookies que puso muy de malas a los principales grupos de anunciantes en Estado Unidos.
En total son seis grupos -the Interactive Advertising Bureau, American Advertising Federation, the Association of National Advertisers, the 4A’s and two others- los que expresaron públicamente su condena a los cambios de Apple, segíun reportan medios como AdAge y The Verge.
El problema es que el nuevo macOS High Sierra trae consigo una función llamada Apple Intelligent Tracking Prevention, o ITP, que utiliza algoritmos de aprendizaje automático para identificar el comportamiento de seguimiento en Safari, como la presencia de cookies persistentes de redes publicitarias de terceros.
Esto se traduce en que este tipo de cookies tendrán un tiempo estricto de vida en los dispositivos de máximo 24 horas, después serán borrados automáticamente, dificultando a las marcas dar seguimiento a los hábitos de navegación de los usuarios. Anteriormente los anunciantes tenían un plazo de hasta 30 días para hacer este tipo de rastreo.
El argumento de las asociaciones, expresado en una carta abierta y en la que califican la acción de Apple como un “enfoque unilateral y pesado” para la privacidad del usuario en Mac, es que con estas medidas probablemente los usuarios tendrán menos oportunidad de ver menos anuncios, así como dificultará a las marcas determinar los resultados de sus acciones o campañas de marketing digital.
El tema es relevante, pues si bien Safari aún no tiene un peso muy significativo a nivel global, en Estados Unidos representa el 52 por ciento de los dispositivos, superando a Chrome con un 39 por ciento, según los últimos datos de StatCounter. Esto impacta directamente en un menor alcance para las marcas, encareciendo sus costos o limitando sus oportunidades de atraer clientes.
El cambio de Apple tiene dos filos, por un lado seguramente será bien recibido por los usuarios que, constantemente se quejan de la publicidad invadida, por otro, podría beneficiar a Google y Facebook que buscan seguir dominando en cuanto a ingresos de publicidad digital se refiere.