El recién electo presidente estadounidense, Donald Trump, señaló hace pocos días que la empresa de Cupertino no descartaba la mudanza de su producción a Estados Unidos, una posibilidad, que según los nuevos rumores, sería cierta según los datos aportados por la publicación Nikkei, sobre la inversión que conjunta de Apple y Foxconn de 7 mil millones de dólares, en una nueva fábrica de pantallas.

Según declaraciones de Terry Gou, presidente de Foxconn, la empresa tecnológica estadounidense estaría analizando invertir en la instalación de una planta, como consecuencia de la creciente demanda de pantallas de mayor tamaño y la mayor facilidad que aportaría el tenerlas cerca.

Una inversión de este calibre, significaría la creación de entre 30.000 y 50.000 empleos, y está relacionado con una información anterior publicada a finales de 2016 por Nikkei, en la que se daba cuenta de la solicitud realizada por Apple a sus principales socios fabricantes de iPhone, para que analizaran los costes y posibilidades reales de trasladar la producción de sus smartphones a Estados Unidos.

Parte del impacto que tendría esta decisión, reside en el mayor precio de los productos fabricados en Estados Unidos y en la reacción del mercado y su disposición a pagar más para apoyar la producción local. De hecho se estima que los dispositivos podrían aumentar varios cientos de dólares, y tendrían que competir con otros de misma calidad, pero a un precio mucho, mucho menor, como señalaba el presidente de Foxconn.

Apple, por su parte, no se ha manifestado con respecto a las declaraciones de Terry Gou.