Después de que Samsung Galaxy S8 anunciara que saldrá a la venta en Estados Unidos el mes de abril, lo cierto es que la compañía lanzó servicios que Apple apenas estaba patentando, como el celular que se vuelve computadora, mientras la firma de Cupertino apenas lo patentó para que su iPhone se convirtiera en una MacBook, entre otros.

Analistas tecnológicos precisaron que para no repetir el error del Note 7, Samsung realizó cerca de 100 mil pruebas con el Galaxy S8, para evitar que explotara, con lo que garantizó su control de seguridad en ocho puntos, y su diseño parece que proporciona suficiente espacio para una nueva batería.

Analistas del New York Times estiman que Samsung logró capturar el “sentimiento del público” que provocaba Apple cuando lanzaba sus primeros iPhones, sin embargo, desde 2014, Samsung no para de innovar y ya atrajo la atención global.

Según Adobe Analytics, las ventas de iPad de Apple han caído 16 por ciento desde el 2015 y no se han recuperado, y obligó a Apple a enfocar sus esfuerzos en el iPhone, sin embargo, el nuevo Galaxy S8 es más grande y tiene funciones de un celular con tablet, lo cual podría poner nervioso a Apple.

Sin embargo, analistas creen que Apple podría tomar lecciones e innovar en algún momento. Después de todo, el panorama para la compañía de Cupertino no parece tan negativo porque en los últimos días sus acciones han ganado 3 por ciento, antes y durante la llegada del Galaxy.

Además, las innovaciones en su modelo insignia de Samsung estuvieron diseñadas para que Apple tarde meses en presentar un modelo que innove al Galaxy S8, tiempo en que venderán miles de modelos la compañía de Corea del Sur.

Analistas de Wall Street creen que para Apple será difícil innovar porque va en la misma dirección que Samsung, por lo que el nuevo iPhone podría generar el mismo entusiasmo que Galaxy S8 y las ventas serían las mismas, es decir, ambas compañías reinarían el mercado de los smartphones de alta gama, pero con logros compartidos y no diferenciados.