- El CEO de Apple sobrevaloró la demanda de iPhone en China en 2018, algo que no se cumplió.
- Este acuerdo destaca los riesgos legales que enfrentan las empresas al proporcionar orientación sobre ingresos.
- Los especialistas dicen que la comunicación corporativa de Apple, especialmente en lo referente a la divulgación de detalles como las ventas unitarias de iPhone, es mala.
La gigante tecnológica Apple llegó a un acuerdo para pagar U$S 490 millones de dólares en respuesta a una demanda colectiva.
Esta presentación en la Justicia acusaba al director ejecutivo de la empresa, Tim Cook, de haber engañado a los inversores en 2018 al exagerar la demanda del iPhone en China.
Los inversores, en su reclamo, argumentaron que Cook había inflado artificialmente la demanda de los productos de Apple en territorio chino durante una conferencia telefónica sobre resultados en noviembre de 2018.
Sin embargo, esta aparente sobrevaloración fue seguida por una dramática caída del valor de las acciones de la compañía, casi un 10 por ciento, en enero de 2019, cuando se anunció que los ingresos no alcanzarían las previsiones, dejando un vacío de hasta 9.000 millones de dólares.
Al ser contactada para comentarios, Apple se negó a hacer declaraciones este viernes 15 de marzo, aunque previamente había negado haber infringido la ley de valores estadounidense.
Qué dijo el CEO de Apple
El acuerdo, que según el Financial Times aún está pendiente de la aprobación del juez federal de California encargado del caso, podría convertirse en el mayor acuerdo de demanda colectiva por fraude de valores de Apple en los Estados Unidos, según datos de Institutional Shareholder Services.
La demanda, que tardó seis años en resolverse, estuvo liderada por el Consejo del Condado de Norfolk en el Reino Unido y se desencadenó tras una advertencia inusual de Apple sobre las ventas en China en enero de 2019.
Este fue el primer recorte en el pronóstico de ingresos de Apple en 16 años y provocó una fuerte caída en el valor de sus acciones.
En el contexto de una desaceleración económica general en China, en medio de la guerra comercial entre Estados Unidos y China bajo la administración de Donald Trump, los inversores alegaron que Cook minimizó las preocupaciones sobre el mercado chino, describiendo un trimestre como “fuerte”.
Además, los inversores argumentaron que Cook exageró el éxito de los nuevos modelos de iPhone durante la misma llamada, solo para reducir la producción pocos días después.
Apple tiene una comunicación opaca
Este acuerdo subraya los riesgos legales que enfrentan las empresas al dar guías de ingresos a futuro.
Desde el estallido de la pandemia de Covid-19, Apple ha optado por no dar orientación formal en sus comunicados trimestrales de resultados.
El mes pasado, dos de los principales accionistas de Apple respaldaron una moción que exigía a la empresa revelar más detalles sobre su trabajo en inteligencia artificial y los riesgos asociados.
Uno de los puntos más oscuros en Apple es la comunicación de las ventas unitarias de iPhone, que no las proporciona desde 2018.
Este acuerdo llega en un momento en que Apple enfrenta nuevamente incertidumbre sobre las ventas del iPhone en China (hablamos mucho de este tema este año en Merca2.0), en medio de las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China, así como la competencia cada vez mayor de Huawei en el mercado de los teléfonos inteligentes.
La importancia de la comunicación corporativa
La comunicación corporativa juega un papel fundamental en la estrategia de cualquier gran empresa.
La forma en que una empresa se comunica con sus stakeholders, ya sean inversores, clientes, empleados o la opinión pública en general, puede tener un gran impacto en su reputación, su valor en el mercado y en su éxito a largo plazo.
Algunas compañías han experimentado las consecuencias negativas de una mala comunicación corporativa.
Un ejemplo notable es el derrumbe del gigante energético Enron en 2001, que se debió en parte a prácticas contables fraudulentas y una falta de transparencia en la comunicación financiera.
Esta situación provocó la pérdida de miles de empleos y afectó a los inversores que confiaban en la solidez financiera de la empresa.
Otro caso es el derrame de petróleo de BP en el Golfo de México en 2010. La respuesta inicial de la empresa a la crisis fue criticada por ser lenta y poco clara, lo que dañó gravemente su reputación y llevó a una caída brutal en el valor de sus acciones.
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