Por Alan Campos
Twitter: @giallor84
Correo: [email protected]
Normalmente cuando formamos equipos deportivos con compañeros del trabajo o amigos la parte más complicada consiste en decidir el número y el nombre apodo con el que jugaremos, rara vez escogemos nuestro apellido para lucir en nuestra playera como lo hacen los deportistas profesionales en cualquier disciplina…pero, ¿qué pasaría si de repente viéramos a nuestros deportistas favoritos con nombres raros en su jersey? A continuación la respuesta.
Notas relacionadas:
Mucho más que un Balón de Oro
Lionel Messi, una marca sumamente tentadora
La pifia navideña de Adidas
Continuando con la creatividad que ha caracterizado en los últimos tiempos a la NBA, en lo que respecta a estrategias de marketing, hace un par de semanas el Heat de Miami y los Nets de Brooklyn protagonizaron el primer “Nickname Game” (Juego de Apodos), partido en el que, como su nombre lo indica, los jugadores de ambos equipos saltaron a la duela con uniformes especiales en los cuales su nombre había sido reemplazado por algún apodo.
Evidentemente el objetivo de la estrategia, al igual que con las playeras con mangas, es incrementar la venta de jerseys, pues sin lugar a dudas los aficionados más recalcitrantes buscarán tener una playera en la que se lea “King James”, sin embargo, como en toda actividad que se realiza por primera ocasión, hay miles de cosas por mejorar para la siguiente ocasión.
Si bien es cierto que en los días previos al enfrentamiento, el entusiasmo de los aficionados se desbordaba por esta atractiva iniciativa, cuando se dieron a conocer los uniformes que se utilizarían para el partido muchos fanáticos quedaron decepcionados, externando su sentir a través de Twitter.
Uno de los principales problemas fue debido a diferentes tipos de prohibiciones, como los derechos de autor, razón por la que en lugar de ver “Flash” en la playera de Dwyane Wade (quien de todos modos no jugó) tuvimos que conformarnos con “D. Wade”; mismo caso sucedió con Shane Battier quien pretendía usar “Batman”, pero tuvo que conformarse con “Battle”.
Además hubo otros que carecieron del menos ápice de creatividad, situación que se reflejo en las críticas a través de Twitter. Casos como el de James Jones y Joe Johnson, ambos con un simple “JJ” fueron de los más criticados. E incluso hubo otros casos como el de Michael Beasley quien decidió utilizar “B Easy” en lugar de dar gusto a los aficionados con “SuperCoolBeas”.
En fin, el “Nickname Game” es una iniciativa bastante agradable, aunque, como decía anteriormente, con muchas cosas por mejorar, sobre todo si se espera que los aficionados respondan en la tienda online. Esperemos que la actividad se siga repitiendo cada vez de mejor manera.