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Los fabricantes de ropa de Estados Unidos están en problemas por sobrantes de stock derivados de las bajas ventas en las tiendas minoristas.
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Goldman Sach le bajó la calificación a Levi’s, PVH y Ralph Lauren.
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El apocalipsis retail no se revierte.
Levi Strauss & Co cayó en la bolsa a un mínimo histórico antes de la apertura de este jueves después de que Goldman Sach emitiera una fuerte advertencia relacionada con el presente y el futuro del sector de prendas de vestir fabricadas en Estados Unidos.
El banco, en su reporte, les bajó la calificación tanto a Levi Strauss como a PVH y Ralph Lauren argumentando “perspectivas inciertas para la venta de prendas”.
“Los resultados de estas empresas son evidencia de que no son inmunes a los vientos en contra que existen en el canal mayorista de Estados Unidos”, dijo Goldman Sach en el informe.
El texto explica que algunas compañías fabricantes de prendas de vestir fueron demasiado optimistas con los buenos pedidos iniciales de los retailers.
Luego, las bajas ventas generaron que las compras a la industria se desplomaran y pasó lo inevitable: empezó a sobrar stock.
Ese inventario, ya perteneciente a la temporada anterior, no va a poder ser vendido sino en forma de liquidación, es decir, a precios muy bajos y poco -o nada- rentables.
En paralelo, el informe destaca como positivo que estas marcas hayan invertido en la construcción de un canal directo al público para canalizar la venta de sus marcas de ropa no deportiva.
Goldman también menciona el cambio de tendencia de los consumidores hacia la compra de productos en línea y a precios por debajo del promedio. A esto lo califica como “riesgos adicionales” para los tres minoristas, publicó Business Insider.
El estudio dice que “a largo plazo”, se mantiene la “postura cautelosa sobre la perspectiva para las tiendas minoristas por departamento” y una “postura positiva” sobre el futuro de los retailers que venden en línea.
Cambios y adaptación
Las cosas no estaban bien en Levi Strauss a comienzos de siglo. Las ventas de productos fabricados con tela de jean no estaban pasando por un buen momento y la tendencia iba hacia otro lado: la ropa deportiva.
Sin embargo, cuando se tiene una marca fuerte con 166 años de historia fabricando jeans, todo se puede recuperar.
Eso sucedió en 2018, gracias a un plan de mercadotecnia bien diseñado alcanzó ingresos por US$ 5.580 millones, un 14 por ciento más que el año anterior, lo que resultó un perfecto trampolín para volver, este jueves 21 de marzo, a cotizar en Wall Street.
El problema es que Levi Strauss regresó a la bolsa en un momento complicado para los productos de consumo y el retail en general, que enfrentan la amenaza de vendedores en línea y acechan las grandes compañías centradas en el fast fashion. Como H&M y Zara.