Nace un nuevo gigante en el retail europeo que será el resultado de la fusión entre Karstadt y Kaufhof, los dos más grandes almacenes por departamento de Alemania.
Los propietarios de Kaufhof y Karstadt –la canadiense Hudson’s Bay (HBC) y la austriaca Signa Holding– anunciaron este martes que sellaron una “fusión de iguales” para combinar sus activos minoristas europeos.
Signa tendrá el 50,01 por ciento en la empresa conjunta y Hudson’s Bay, el 49.99 por ciento restante.
El jefe de operaciones comerciales de Stephanstadt y jefe de Signa, Stephan Fanderl, fue nombrado director ejecutivo de la nueva entidad, en un comunicado emitido por Hudson’s Bay.
La CEO de esta compañía, Helena Foulkes, dijo que se trata de una “unión de dos marcas icónicas para crear un negocio que será líder entre los minoristas de Alemania”. “Estamos creando una entidad minorista más sólida que está mejor posicionada para capitalizar las oportunidades del mercado”, agregó.
Karstadt y Kaufhof son las dos últimas cadenas por departamento de este tipo en el país y aunque la fusión fue anunciada, deberá recibir ahora el visto bueno del organismo antimonopolio alemán.
La situación en Kaufhof es especialmente crítica en este momento. Desde la adquisición de la empresa por parte de HBC a finales de 2015, la empresa con sede en Colonia ha tenido que hacer frente a la disminución de las ventas y a gigantescos pasivos.
Karstadt, en tanto, acaba de volver a la normalidad tras una dura reestructuración que dejó en el camino cientos de empleos.
La fusión debería permitir a Kaufhof y Karstadt lograr mejores condiciones con sus proveedores y ahorros importantes en la administración de la nueva empresa, especialmente en el procesamiento de datos y en la logística.
En el anuncio, no detallaron si se cerrarán filiales ni si se materializarán nuevos recortes de plantilla.
Según se dio a conocer, el nuevo minorista tendrá ingresos anuales superiores a 5.000 millones de euros e inmuebles valuados en otros 3.250 millones.
Un final anunciado
Desde hace unos años, pero especialmente en los últimos dos, comenzó una fuerte transformación en los hábitos de consumo por efecto del comercio electrónico. Es el llamado apocalipsis del retail.
En Estados Unidos el fenómeno es más grave porque cada vez más personas hacen sus compras a través de servicios en línea y las visitas a las tiendas físicas cayeron de forma considerable.
Por ejemplo, J.C. Penney cerró cerca de 150 tiendas, Sears más de 40, K-Mart más de 100 y Macy’s otro centenar. Cadenas de establecimientos de ropa también han sufrido, American Apparel prácticamente desapareció y Aéropostale cerró más de 100 puntos de venta.
Cadenas históricas, como la tienda de juguetes Toys R Us, se declararon en quiebra porque la gente hace las compras en línea en Amazon o Walmart.