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De acuerdo con la National Alliance of Mental Illness, la salud mental afecta la vida de uno de cada 25 personas
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Alrededor de un 800 mil personas mueren al año por suicidio, según la Organización Mundial de la Salud
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La misma Organización cree que las tasas de incidencia se han incrementado en 60 por ciento en los últimos 45 años
Hoy en día, la recolección de datos es trascendental para varias compañías. Facebook y Google recuperan información de sus usuarios para proporcionarles anuncios personalizados. Varias compañías guardan enormes bases con reflexiones sobre su público. Algunas empresas incluso vigilan de cerca el rendimiento de su personal para calificar su desempeño. Pero pocas organizaciones monitorean activamente la salud mental y el bienestar psicológico de la gente.
Precisamente esta falta de relación entre la salud mental y el Big Data es el foco de la más reciente campaña de CEO Roundtable on Cancer China. La Organización No Gubernamental (ONG) lanzó su campaña Knowing Nothing. A través de esta iniciativa, que incluye un video y tres infografías, se pretende crear conciencia ante la importancia del bienestar psicológica de las personas. Y en especial, cómo las empresas parecen estar ciegas ante esta necesidad.
Las imágenes de la campaña muestran algunos datos clave sobre la jornada laboral de tres empleados ficticios. En todos se hace énfasis que, a pesar de que la empresa sabía tanto del día de la persona, no sospechaba de su suicidio. Por otro lado, el video acompaña a un empleado a lo largo de su día, citando información cuantitativa sobre sus actividades. Al final, la empresa tampoco pudo detectar el estado de su salud mental ni salvarle la vida.
Información y salud mental en el trabajo
El problema de la salud mental no es algo que solo hayan tratado las ONGs. Hace dos años, Instagram publicó su campaña #HereForYou, para reafirmar el respaldo de su comunidad hacia el bienestar psicológico de los usuarios. También Burger King, con su promoción Real Meals, intentó crear aceptación entre su público a sentir otras emociones fuera de la felicidad. Incluso hay marcas que han creado un negocio alrededor de aceptar la depresión y la ansiedad.
La campaña de CEO Roundtable on Cancer China no solo tiene una narrativa inteligente que permite hablar fácilmente de un tema tabú. Además revela dos grandes problemas. Uno, que a las compañías, aparentemente en su mayoría, no les preocupa por el bienestar psicológico de sus colaboradores. Dos, que hay una verdadera oportunidad en el Big Data para cuidar de la salud mental de la población general y prevenir que la tasa de suicidios siga en aumento.
Usar el Big Data para estos fines no es una propuesta nueva. Ya desde 2016 se han publicado estudios que hablan sobre la viabilidad de utilizar sistemas complejos de información para detectar focos rojos en salud mental. Los sistemas para monitorear elementos clave de la vida de las personas ya existen. Lo único que debería hacerse es invertir en software capaz de analizar y entregar una alerta clínicamente viable.
Por supuesto, lo anterior implicaría una significativa inversión de parte de las compañías. Sin contar, por supuesto, las omnipresentes preocupaciones sobre privacidad y protección de datos personales. Se trata sin duda de un problema delicado. Pero la salud mental también es un reto de igual complejidad y fragilidad. Y no se trata solo de iniciativas de responsabilidad social corporativa. Menos suicidios implican que hay menos rotación laboral en las empresas.